Análisis del personaje Yevgeny Vassilievitch Bazarov
Bazarov se considera con mayor frecuencia la figura central de la novela. Inculca la idea central del “nihilismo” y actúa como la fuerza representativa de la nueva generación contra la que pueden reaccionar personajes más antiguos de creencias tradicionales.
Bazarov es un nihilista de origen humilde cuya visión de la vida implica el rechazo de todo lo que previamente se ha aceptado como válido. El «nihilista» se niega a creer en la palabra de nadie; no puede tener alianzas ni emociones; no le importa más un país que otro y acepta solo lo que está científicamente probado.
El propósito del nihilista es destruir todas las instituciones y valores existentes. Se considera a sí mismo y a su especie como una especie de fuerza pura cuyo objetivo es «limpiar el lugar» de los valores tradicionales sin ninguna consideración de reconstruirlos o reemplazarlos por otros nuevos. El fin último del nihilista parece ser la autodestrucción, porque nunca puede soltar lo que uno ha construido y cuando todo está destruido, entonces debe volverse hacia adentro.
Cuando conocemos a Bazarov por primera vez, sigue estrictamente su filosofía del nihilismo. En breves discusiones con Pavel y otros, desprecia el arte, la literatura, la música y hasta la lealtad a su país, porque nada de eso significa nada para él. En cuanto al amor y el romance, piensa que Pavel o cualquier hombre que se deje influenciar por una mujer es idiota. Él cree que si una mujer te atrae, debes hacer lo que quieras con ella o dejarla.
La primera persona que desafió las opiniones de Bazarov fue Madame Odintsova. Ella creía en una especie de «orden» en su vida, mientras que el concepto de «orden» viola directamente la forma de pensar del nihilista. Bazarov comienza a tambalearse en presencia de esta gran dama. Supo muy pronto que nunca haría lo que quisiera con ella, y al mismo tiempo, no tenía fuerzas para dejarla. Se encuentra en una situación similar a la que ridiculizó a Pavel por estar. Así, un hombre que una vez se burló de la emoción y el amor hace una apasionada declaración de amor, y después de darse cuenta de que ha hecho el ridículo, no puede volver a su seguridad pasada dentro de los confines de su filosofía nihilista.
Bazarov nunca abandona sus puntos de vista anteriores, pero cambian un poco hacia el final de la novela. Su respuesta a Fenichka ya sus propios padres indica un ligero cambio en su carácter. Además, mientras se está muriendo, su último deseo romántico de ver a Madame Odintsova insinúa hasta qué punto se ha desviado de los conceptos de «nihilismo» puro.