Análisis del carácter de Wang Lung
Desde la primera vez que conocemos a Wang Lung hasta nuestra visión final de él, su principal preocupación es la «buena tierra» y el sustento que proporciona. Cuando lo conocemos por primera vez, preparándose para el día de su boda, toma el agua del baño y la devuelve a la buena tierra. También encontramos que su casa y sus dioses están hechos de la buena tierra. Se le presenta como un simple campesino, que está tan asustado frente a la Anciana de la Casa de Hwang que no puede hablar. Incluso en los campamentos, es una persona muy silenciosa, y rara vez sabemos poco de lo que está pensando por dentro. Así, nuestro conocimiento de él proviene del estilo periodístico del autor.
En las primeras partes del libro, Wang Lung está callado; se contenta con comer un poco de ajo envuelto en pan ázimo, pero al final del libro, cuando establece a su familia como una de las grandes familias, prefiere más «alimentos delicados» y es capaz de elegir entre sus alimentos
A lo largo de la novela, Wang Lung nunca puede escapar del hecho o la creencia de que todas las cosas buenas provienen de la buena tierra y que todas las cosas regresan a ella. Cada vez que tiene una moneda de plata, sabe que se le puede robar plata, pero si puede invertir la plata en una buena tierra, entonces nadie puede robarle su tierra. Esta creencia en la tierra se ilustra cuando tiene que ir al sur durante un período de gran hambruna; cuando regresa, su tierra todavía está allí, aunque todas las demás cosas, incluso las bisagras de su puerta, han sido robadas.
Tan pronto como descubre que O-lan tiene las joyas caras, inmediatamente quiere invertirlas en buenas tierras. Con la muerte de varios miembros de su familia, sabe que están regresando a la tierra de donde vinieron. Cuando llega el momento de morir, regresa a la «casa de tierra» donde nació y hace que le entreguen su ataúd a la casa de tierra, donde esperará para regresar a la «buena tierra».