Resumen y Análisis: Remedio para la Melancolía Un Remedio para la Melancolía»»
Las imágenes sonrientes de uso frecuente de Bradbury, aquí asociadas con el poder curativo del amor, dominan esta historia. Camillia, una joven que vive en el Londres del siglo XVIII, se está muriendo lentamente. Los médicos no tienen un diagnóstico para su enfermedad; ellos, como sus padres, se sienten impotentes y sin esperanza. Camillia también está asustada y se pregunta si vivirá hasta su vigésimo cumpleaños.
Su hermano Jamie aconseja que la lleven, con cama y todo, afuera para que todos los transeúntes puedan sugerir una cura. Quizás una de las curas tenga éxito. Muchas personas hacen diagnósticos y ofrecen consejos, pero la verdadera cura proviene de un joven Dustman que la visita por la noche. Su rostro aún está cubierto de hollín, pero lo que más destaca de su apariencia es su amplia y blanca sonrisa.
El Dustman mira a los ojos de Camillia y se da cuenta de que el amor es lo que falta en su vida. Él le informa que si se quiere remediar su enfermedad, debe permanecer afuera toda la noche. Cuando la mira, su sonrisa brilla «como la cálida luz del sol en el crepúsculo creciente». Incluso la partida del Dustman se describe en términos de imágenes sonrientes, como cuando Camillia lo ve por última vez, antes de que doble la esquina, parece ver solo una gran sonrisa parpadeando en la oscuridad. Más tarde, después de que las últimas luces de Londres se hayan apagado y todos estén dormidos, el Dustman regresa, su sonrisa blanca y marfil aún brillando.
Cuando sale el sol en el nuevo día, Camilia se cura. Después de una larga ausencia, las rosas vuelven a estar en sus mejillas. Ella y su familia bailan juntos en celebración del soberano remedio que le ha sido revelado. El amor que comienza con una sonrisa es la medicina que necesitaba para su melancolía. Aquí nuevamente, a través de imágenes de sonrisas, Bradbury insiste en que el amor, las sonrisas y las risas son poderosos luchadores contra los males del mundo.