Lady Macbeth dice esto en el Acto 2 sc 2. Macbeth todavía está en estado de shock por el asesinato de Duncan: se mira las manos ensangrentadas. Lady Macbeth regresa con sus propias manos ensangrentadas. Ella dice que un poco de agua nos limpiará de este hecho: si se lavan las manos, ya no serán culpables del crimen. Su declaración, sin embargo, suena desesperada y hueca.