Resumen y Análisis Libro 2: Capítulo 22
Resumen
Una semana después de la caída de la Bastilla, los revolucionarios descubren que Foulon, un oficial odiado que creían muerto, está vivo y ha sido capturado. Aparentemente, Foulon, quien había dicho que las personas hambrientas podían comer pasto, fingió su muerte para escapar de los revolucionarios. Al enterarse de que Foulon está detenido en el Hotel de Ville, Madame Defarge dirige una multitud al hotel. Con la ayuda de Defarge, The Vengeance (el asistente de Madame Defarge) y Jacques Three, la mafia captura a Foulon, le llena la boca con hierba y luego lo cuelga de un poste de luz. Después de que muere, lo decapitan y ponen su cabeza en una lanza. Luego, la mafia captura al yerno de Foulon, que ha entrado en París bajo una fuerte vigilancia. La turba lo mata y pone su cabeza y su corazón en juego. Los hombres y mujeres de la turba regresan a sus hogares esa noche, todavía hambrientos pero felices y esperanzados por el futuro.
Análisis
La violencia en París continúa mientras Dickens nuevamente ficcionaliza eventos históricos. Joseph-François Foulon fue una persona real que orquestó su propio funeral y luego fue asesinado de la manera que describe Dickens. Su funeral simulado y su posterior captura se relacionan convenientemente con el tema de la resurrección que se encuentra en todo el Un cuento sobre dos ciudades. Al describir a Foulon, Dickens se muestra comprensivo. Foulon es un anciano «viejo pecador miserable» que continúa «rogando y pidiendo clemencia» mientras la turba lo arrastra por las calles.
La multitud, sin embargo, no tiene intención de entender la misericordia. Dickens retrata el proceso de transformación de las personas por parte de la mafia, enfatizando el cambio que se produce en la mujer, quien cree que debe ser el centro moral de la sociedad. Él describe a las mujeres como «un espectáculo para estremecer a los más atrevidos» mientras «atacaban en un frenesí ciego, girando, arremetiendo y desgarrando a sus propios amigos hasta que cayeron en un desmayo apasionado».
Madame Defarge es especialmente inquietante ya que es la única mujer que parece conservar su sentido de sí misma. Mientras juega al gato y al ratón con Foulon, lo observa «en silencio y con serenidad» mientras suplica clemencia. Su comportamiento aquí demuestra su crueldad y potencial para la crueldad, preparándonos para su crueldad en el Libro III.