Análisis del personaje de Ulises
Homero utiliza la estabilidad y la madurez de Ulises como contraste con Aquiles y Agamenón. No hay desarrollo de carácter en Odiseo, pero su propósito en el Ilíada no requiere un desarrollo dramático del personaje. Su propósito es mostrarnos fuertes muestras de tacto, habilidad estratégica y habilidad heroica, todas las cualidades que debe tener un rey. Además, Homero también muestra la capacidad de aconsejar de Odiseo. Sobre todo, Ulises exhibe autocontrol y una falta de autocontrol es alarmantemente evidente en Aquiles y Agamenón. También es obvio que Odiseo tiene mayores cualidades regias que Agamenón porque sus decisiones son casi siempre sensatas y exitosas cuando se siguen. Siempre es racional y diplomático.
Por ejemplo, como uno de los embajadores de Agamenón ante Aquiles, Odiseo presenta las ofrendas de Agamenón. Pero cuando Aquiles se niega a aceptar las ofertas, Odiseo no discute con Aquiles. Sabe que discutir con Aquiles es inútil y, discutiendo, puede frustrar el propósito de la misión y obligar a Aquiles a una posición aún más fuerte de alienación de las fuerzas aqueas. Además, cuando se enfrenta al furioso deseo de Aquiles de lanzarse a la batalla después de la muerte de Patroclo, Odiseo argumenta con calma que el ejército debe comer primero. Homero casi siempre se refiere a Odiseo como el «gran estratega» y es Odiseo quien finalmente inventa la estratagema del Caballo de Troya que gana la guerra.
A diferencia de Aquiles y Agamenón, la capacidad de Odiseo para mantener la calma y analizar un problema contrasta con valentía con su ira aguda y su incapacidad para resolver sus diferencias con tacto.
Apoyando continuamente el orden sobre el desorden, Odiseo actúa como un factor estabilizador en el Ilíada, e incluso las observaciones de Homero sobre la astucia de Odiseo no disminuyen su estatura heroica.