Este tema es fundamental para ambos libros. Las aventuras de Alice son paralelas al viaje desde la infancia hasta la edad adulta. Entra en numerosas situaciones nuevas en las que la adaptabilidad es absolutamente necesaria para el éxito. Ella muestra un progreso marcado a lo largo del curso del libro; al principio, apenas puede mantener la compostura suficiente para no llorar. Al final de la novela, ella es dueña de sí misma y es capaz de defenderse de la lógica más desconcertante del País de las Maravillas.
Estrechamente conectado con el tema anterior, el cambio de tamaño es otro concepto recurrente. Los dramáticos cambios de tamaño insinúan los cambios radicales que sufre el cuerpo durante la adolescencia. La clave, una vez más, es la adaptabilidad. Los cambios de tamaño de Alice también provocan un cambio de perspectiva, y ella ve el mundo desde una perspectiva muy diferente. En la última escena de prueba, su crecimiento hasta convertirse en un gigante refleja su crecimiento interior. Ella se convierte en una persona mucho más fuerte y serena, capaz de hablar en contra de los absurdos procedimientos del juicio.
Este tema está aún más presente en el segundo libro de Alicia, A través del espejo. Alice con frecuencia hace referencias a su propia muerte sin saberlo. La infancia es un estado de peligro en opinión de Carroll: los niños son bastante vulnerables y el mundo presenta muchos peligros. Otro aspecto de la muerte es su inevitabilidad. Dado que los libros de Alice tratan sobre el cambio (la transición de la niñez a la edad adulta, el paso del tiempo), la mortalidad es un tema ineludible. La muerte es el paso final de este proceso de crecimiento. Mientras que la muerte solo se insinúa en el primer libro, el segundo libro está saturado de referencias a la mortalidad y el humor macabro.
Cada nuevo encuentro es una especie de juego para Alice; hay reglas que aprender y consecuencias por aprender o no aprender esas reglas. Los juegos son una parte constante de la vida en Wonderland, desde la carrera Caucus hasta el extraño partido de croquet y el hecho de que la corte real es una baraja de cartas viviente. Y cada nuevo encuentro social es como un juego, en el sentido de que hay reglas extrañas, aparentemente arbitrarias, que Alice tiene que dominar. Aprender las reglas es una metáfora de las adaptaciones a las nuevas situaciones sociales que todo niño hace a medida que crece. Al dominar cada desafío, Alice se vuelve más sabia y más adaptable a medida que pasa el tiempo.
A Carroll le encantan los juegos de palabras. Los libros de Alice están repletos de juegos de lenguaje, para deleite del lector y confusión de Alice. Los juegos a menudo señalan alguna inconsistencia o deslizamiento del lenguaje en general y del inglés en particular. Los libros señalan los dolores y las ventajas del lenguaje. El lenguaje es fuente de alegría y adaptabilidad; también puede ser una fuente de gran confusión.
Igual de desconcertante es la extraña lógica que funciona en Wonderland. Cada criatura puede justificar el comportamiento más absurdo, y sus argumentos para sí mismos suelen ser bastante complejos. Su extraño razonamiento es otra fuente de deleite para el lector y un desafío para Alice. Ella tiene que aprender a discernir entre una lógica inusual y un sinsentido absoluto.