soneto 147



Resumen y Análisis Soneto 147

Resumen

Los sonetos finales sobre la amante, comenzando por éste, devuelven al poeta al estado perturbado de los sonetos anteriores. La imagen de alimentarse en el Soneto 146 continúa en el Soneto 147, solo que ahora la alimentación no es de muerte, sino de enfermedad, y no hay posibilidad de inmortalidad por codiciar al amante: «Mi amor es como una fiebre . . . / . . . / Alimentándose de lo que preserva al enfermo, / El incierto apetito enfermo de complacer.” Completamente aparente es la incapacidad del poeta para separarse de la relación.

El razonamiento del poeta le falla por completo. La razón, en forma de médico, lo ha abandonado porque nada más puede hacer para salvarlo de la desesperación de amar a su amada. Una vez más reconoce que la inmortalidad de su alma está fuera de su alcance: «El deseo es la muerte… / Más allá de la curación soy, ahora la razón está más allá del cuidado». Sus pensamientos ahora se mueven locamente, expresados ​​en términos como «locura frenética», «inquietud creciente», «locura» y «azar». A pesar de su habilidad en el pareado final para diferenciar entre sus expectativas de su relación con la mujer y el resultado de esa relación, su tono abatido indica que está demasiado lejos para recuperar la confianza en sí mismo.



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