Sobre Los cuentos de Canterbury
Otras colecciones de cuentos existieron antes de Chaucer, siendo la más famosa la de Boccaccio. Decamerón, en la que tres jóvenes caballeros y siete señoritas se ponen de acuerdo para contar historias mientras se hospedan en un pueblo rural para evitar la peste que asola las ciudades. Como cada uno de los narradores de Boccaccio pertenece a la misma clase social alta, el Decamerón los cuentos son similares en su sofisticación.
Chaucer, sin embargo, inventó el recurso literario ingenuo de hacer una peregrinación, una técnica que le permitió reunir a un grupo diverso de personas. Así, los narradores de Chaucer representan un amplio espectro de la sociedad con varios niveles y ocupaciones. Desde el distinguido y noble Caballero, descendemos a través de la piadosa abadesa (la Priora), el honorable Escribano, el rico terrateniente (el Franklin), la mundana y grosera esposa, y descendemos en la escala hasta los bajos y vulgares Molinero y Carpintero, y el perdonador corrupto.
Además del alto nivel literario de Los cuentos de Canterbury, la obra es una introducción histórica y sociológica a la vida y época de la Baja Edad Media. Durante la época de Chaucer, independientemente de lo brillante y talentoso que uno pudiera ser, no había forma de que un plebeyo pasara de su clase a la aristocracia. Chaucer, sin embargo, dio ese salto tan bien como cualquiera. Como plebeyo, estaba familiarizado y era aceptado tanto por las clases bajas como por las clases altas; así que a lo largo de su vida pudo observar tanto lo más alto como lo más bajo, y su mente dotada aprovechó estas oportunidades.
El genio de Chaucer para comprender la naturaleza humana básica lo convirtió en el gran poeta que fue. Conocía el mundo desde muchos aspectos y amaba a la mayoría de sus personajes. Al adulto maduro le resultará difícil que no le gusten personajes como La mujer de Bath, con toda su obscenidad, o el Molinero con su vulgaridad que divierte más que ofende a los lectores sofisticados. Chaucer presenta el mundo como él lo ve y comparte una cualidad con todos los grandes escritores: es un placer leerlo.