Resumen y Análisis Parte 2: “El Asalto”: Capítulo 17
Resumen
Al enterarse de que no podrá participar en el ataque rebelde al Capitolio, Katniss irrumpe en una reunión de guerra en el centro de comando y exige que se le permita participar en el ataque. Coin le dice que tiene tres semanas para entrenar, después de lo cual la decisión de la participación de Katniss en la redada quedará en manos del Consejo de Asignación. Johanna también quiere entrenar.
Katniss y Johanna se vuelven aliadas de entrenamiento. Mejoran su entrenamiento, sacando fuerzas unos de otros y ofreciéndose ánimos.
Distraída y emocionada por el entrenamiento, Katniss va a cenar una noche y ve a Peeta, esposado; él se sienta con ella y con otros, y la atmósfera en la mesa se vuelve pesada. Peeta ataca verbalmente a Finnick. Gale y Katniss dejan la mesa y discuten sobre Peeta. Esa noche, cuando Johanna regresa a la habitación de ella y Katniss, Johanna le cuenta a Katniss cómo Delly castigó a Peeta por ser tan malo con Katniss y que Peeta comenzó a discutir consigo mismo como si fueran dos personas diferentes.
Análisis
Este capítulo establece los comienzos de la amistad de Katniss y Johanna mientras se apoyan mutuamente en su entrenamiento. Su nueva amistad se fortalece por el hecho de que se convierten en compañeros de cuarto. Una noche, mientras Katniss y Johanna se preparan para irse a la cama, Katniss deja que Johanna revise sus recuerdos. Cuando Johanna encuentra la perla, Katniss comenta cómo ha cambiado Peeta. Johanna dice que la arena los ha cambiado a todos, dejando en claro que está bien si Peeta nunca vuelve a ser el mismo que antes. Ninguno de ellos lo será nunca; Katniss ha pensado en esto antes en sus reflexiones sobre su amistad con Gale. A pesar del cambio, deben seguir avanzando.
El tema de la identidad se enfatiza cuando Gale insinúa que Peeta se ha convertido en algo más que él mismo. Johanna aclara, afirmando que Peeta se ha convertido en su identidad de perro malvado, dada la forma en que ataca verbalmente a Finnick y Katniss. Gale incluso ve un poco de sí mismo en la forma en que Peeta actúa y habla. Gale le admite a Katniss que algunas de las emociones de Peeta hacia Katniss reflejan cómo se sintió Gale hacia Katniss cuando tuvo que verla besar a Peeta. Gale dice que Peeta no puede ver con claridad ahora, por lo que Katniss no debería creer las cosas terribles que dice Peeta. Mientras tanto, en la mente de Peeta, Katniss sigue siendo el chucho, y Katniss sigue tratando de averiguar quién es ella, preguntándose si es verdad lo que dice Peeta sobre ella, si de hecho es tan engañosa y horrible como él dice que es.
La discusión de Peeta sobre sí mismo como si fueran dos individuos separados refuerza el tema de la identidad. Sus dos identidades están en guerra para determinar cuál, el Peeta real o el Peeta manipulado por el Capitolio, eventualmente ganará el dominio.