Resumen y Análisis Sección 5-9
Hasta cierto punto, la tragedia es el destino de todos los Buendías. Aureliano se casa con Remedios, pero su felicidad se ve truncada cuando ella muere después de que sus mellizos nonatos se retorcieran en su vientre. El patriarca se vuelve senil. Ahora «ve» a Prudencio Aguilar tan vívidamente que el fantasma se convierte en una persona real. Úrsula tiene a su marido atado a un árbol. La fantasía choca tan fuertemente con la realidad que los Buendía lo intentan valientemente, pero no pueden contener la imaginación del patriarca. Este giro melancólico de los acontecimientos se alivia con una aguda sátira religiosa. El padre Nicanor Reyna, el primer sacerdote de la ciudad, intenta probar la existencia de Dios a la gente de Macondo bebiendo una taza de chocolate caliente y luego levitando. Pilar Ternera, una extraña adivina, da a luz a Aureliano José; Macondo es un lugar fértil. Y las hembras son conocidas por su fecundidad. Pero hasta que José Arcadio II regresa de su repentina estancia, la conducta sexual parece seguir los patrones convencionales de un pequeño pueblo.
José Arcadio II cambia todo eso. Le presenta a Macondo la promiscuidad flagrante, ofreciéndose como semental a las mujeres del pueblo.
La sección 5 es crítica. Aquí, la influencia del terrorista y charlatán médico, el Dr. Alirio Noguera, combina su afán subversivo con el fraude electoral del alcalde Moscote para desatar la carrera rebelde del coronel Aureliano Buendía. A partir de aquí, la novela va más allá de ser un mero entramado de personajes. La trama ahora se extiende al simbolismo político y al destino del hombre.
El coronel Aureliano Buendía inicia su sangrienta odisea. Hasta ahora, ha sido apolítico. Pero la elección amañada a favor de los conservadores le hace apoyar la rebelión liberal. No tiene formación política ni militar; simplemente se designa a sí mismo como «Coronel». Ostensiblemente, lucha para librar al país de la corrupción política y el despotismo conservador. Sin embargo, su objetivo no es del todo altruista. Deja a Macondo al gobierno dictatorial de su hermano, el enorme José Arcadio II. En última instancia, la violenta vocación del Coronel conduce a la desilusión y la desesperación cínica.
José Arcadio II seduce a Rebeca. El especialista en pianola pierde así a Rebeca y es rechazada con arrogancia por Amaranta. Doblemente aplastado, está desconsolado y se suicida. Así, los lazos incestuosos de los Buendía vuelven a enredar a otra generación. Pero el alivio cómico nunca está lejos. Un Arcadio (III) maduro aún no sabe que Pilar Ternera es su madre y, lleno de una irresistible obsesión por ella, intenta seducirla. Nos invitan a una farsa que recuerda a la de Fielding. Tomás Jones. Está la acción burlesca de las camas musicales. Pero mientras el héroe de Fielding creía que tenido se acostó con su madre, Arcadio (III) es burlado de este destino. Pilar Ternera hace arreglos para que Sofía de la Piedad encuentre al niño en la oscuridad de la noche. Nuevamente, a lo largo de estos compromisos, hay pasión, pero rara vez amor. Otra nota curiosa es que las relaciones entre los sexos están ausentes del abuso físico. Claramente, los hombres dominan a la familia Buendía, pero su autoridad es un potencial oscuro y latente. Nunca exhiben crueldad física real hacia las mujeres. El dominio masculino se da por sentado, y la base para esto simplemente se sugiere. García Márquez deja a nuestra imaginación los medios de la autoridad masculina.
El levantamiento militar del Coronel continúa mientras su desilusión y cinismo se profundizan. Finalmente concluye que la única diferencia entre liberales y conservadores son las diferentes horas en que cada facción asiste a misa. Peor aún, determina que su heroica lucha fue simplemente otro juego de poder latinoamericano. En realidad, ha estado luchando contra los conservadores solo para ver quién se convierte en jefe militar — el «top man» o «jefe» del país, como se llama a muchos hombres fuertes en América del Sur. Su aislamiento adquiere dimensiones absurdas, rayanas en la sospecha, la paranoia y los delirios de grandeza. Como protección contra los posibles asesinos, duerme dentro de un círculo de tiza (literal). Su heroica búsqueda se vuelve así absurdamente triste. Un misterioso disparo mata al hermano del coronel, José Arcadio II. La escena del crimen se convierte en la ocasión para que García Márquez demuestre sus grandes dotes de descripción lírica y fantástica:
Un hilo de sangre salió por debajo de la puerta, atravesó la habitación, salió a la calle, siguió en línea recta por las terrazas irregulares, bajó las escaleras y subió el bordillo, pasó Turks Street, dobló una esquina a la derecha y otra a la izquierda, giró a la derecha y a la izquierda, hizo un ángulo recto a la casa de los Buendía, entró por debajo de la puerta cerrada, atravesó la habitación, pegada a las paredes para no manchar las alfombras, entró en la otra habitación, hizo una amplia volteándose para evitar la mesa del comedor, pasó el porche de las begonias y pasó por debajo de la silla de Amaranta sin ser vista mientras le daba una lección de aritmética a Aureliano José; y atravesó la despensa y salió a la cocina, donde Úrsula [José Arcadio II’s mother] se disponía a romper treinta y seis huevos para hacer pan.
«¡Santa Madre de Dios!» Úrsula gritó.
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