Robert Frost: Poemas «La muerte del jornalero» (1914) : Resumen y análisis

Mary, esposa de un granjero, le suplica a su esposo, Warren, que recupere a un ex labrador que siempre lo ha decepcionado. El peón de la granja, Silas, está muy enfermo y Mary está convencida de que ha regresado a la granja para morir. Warren no ha visto a Silas en su mal estado y, todavía enojado por el contrato que Silas rompió cuando ellos en el pasado, no quiere tener a Silas en su propiedad. El impulso compasivo de Mary finalmente lo convence, pero cuando Warren va a buscar a Silas, ya está muerto.

Análisis

Este poema contiene muchas de las características estereotipadas de la poesía de Frost, particularmente el entorno rural, la lucha cotidiana de la pareja campesina sobre su relación con el peón y el diálogo coloquial. La forma del verso en blanco hace que el texto sea extremadamente claro, y Frost incluso rompe las estrofas empleando el diálogo.

En el poema, Frost describe las tradiciones del deber y el trabajo duro que explora en muchos de sus otros poemas. Silas regresa a la granja para poder cumplir con su contrato roto con Warren y morir honorablemente, habiendo cumplido con su deber para con la familia y la comunidad. El regreso de Silas a la finca también señala la importancia del trabajo que realizaba en la finca como una forma de darle sentido y satisfacción a su vida. Silas no tiene hijos ni familiares cercanos que le brinden una sensación de plenitud en sus últimas horas; sólo el sentido del deber y la satisfacción del trabajo duro pueden brindarle consuelo.

Irónicamente, incluso después del intento de Silas de morir en compañía de Mary y Warren, las personas a las que ve como familia más que cualquier otra, finalmente muere solo. Además, muere sin haber cumplido nunca su contrato de abandonar el prado y limpiar los pastos superiores. A pesar de todos sus intentos por cumplir con su deber, lograr satisfacción a través del trabajo duro y encontrar un sentido de familia, los esfuerzos de Silas no tienen éxito. Incluso la forma en que se presenta su muerte expresa su sombrío aislamiento: Warren simplemente declara, «Muerto».

El poema también crea una clara dicotomía entre Mary y Warren, entre la compasiva voluntad de Mary de ayudar a Silas y los sentimientos de resentimiento de Warren por el contrato roto. María sigue el modelo del perdón cristiano que espera que ella ayude a Silas porque él lo necesita, no porque se lo merezca. Warren, por otro lado, no cree que le deban nada a Silas y siente que no están obligados a ayudarlo.

Es interesante notar que, de los dos, solo María ve a Silas en el transcurso del poema. Ella lo encuentra acurrucado contra el granero y al instante reconoce el alcance de su enfermedad. Como resultado, ella está automáticamente más dispuesta a ser compasiva con él. Al no haber visto a Silas en su estado actual, Warren adopta una visión más racional de la situación. Si Warren hubiera encontrado a Silas primero, su trato con el ex labrador sin duda habría sido más compasivo.

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