Resumen y Análisis Cantos XXI-XXII
Resumen
En el Canto XXI, Dante y VirgÃlio llegan al quinto abismo, muy oscuro y lleno de brea hirviente. Dante compara el alquitrán con el material utilizado para calafatear las costuras de los barcos. De repente, aparece un demonio furioso, y Virgil esconde a Dante detrás de una gran roca para que pueda ir a los demonios y hacer un trato para su paso seguro.
El demonio lleva a un pecador, que arroja al campo, diciendo que regresará por más pecadores para colocar en el foso de los Injertos. Los otros demonios advierten al pecador que vaya debajo del campo o los pecadores intentarán sus anzuelos.
Virgil se enfrenta a los demonios y amenazan con hacerle daño. Pide hablar con uno de ellos, y Malacoda, lÃder de los demonios, da un paso al frente. Después de enterarse del viaje divinamente inspirado de Virgilio, Malacoda les otorga a los poetas un paso seguro y reúne a un grupo de diez demonios para escoltarlos hasta el siguiente puente. Los poetas deben viajar en el próximo puente porque, como les cuenta Malacoda, el puente más cercano cayó en un terremoto hace 1.266 años, un dÃa y cinco horas a partir de ahora (indicando la angustia del infierno en el dÃa en que Cristo murió).
Dante tiene miedo de los demonios y le ruega a Virgil que continúe sin ellos, pero Virgil lo regaña por su miedo y le recuerda que los demonios solo están ahà para proteger y torturar a los pecadores en el estofado de alquitrán. Tras una vulgar señal y contraseñal entre los demonios, los poetas avanzan con sus escoltas.
En el Canto XXII, Dante se maravilla de estar en una compañÃa tan terrible, pero se da cuenta de que esta parte de su viaje con los demonios es necesaria. De vez en cuando, un pecador muestra su espalda en la superficie del campo para aliviar su dolor, y Dante los compara con ranas agazapadas en el agua con solo el hocico sobresaliendo.
Un pecador tarda en volver al campo lo suficientemente rápido y es atrapado por uno de los demonios que lo saca del campo por el cabello. Antes de que los demonios lo destruyan, Dante pregunta si puede escuchar la historia del pecador. El pecador le responde que nació en Navarra y trabajó para un rey y empezó a sobornar, por lo que ahora sufre en el campo. Los demonios comienzan a despedazar al pecador, y para evitar este castigo, les ofrece un trato. El pecador dice que va a silbar, como si hubiera sido liberado, y llamará a más pecadores (especialmente a los italianos con los que Dante querrá hablar) a la superficie del campo para que también puedan sufrir a manos de los demonios.
Los demonios sospechan, pero lo dejan probar su plan, advirtiéndole que si intenta escapar, lo atraparán. El pecador, una vez liberado, salta desde la cumbre a la seguridad del campo y escapa. Los demonios, furiosos por el engaño, vuelan tras él. Cuando ven que se ha escapado, dos de los demonios comienzan a pelear, caen al campo y no pueden levantarse. Los otros demonios forman un grupo de rescate, y mientras están ocupados, los poetas aprovechan la oportunidad para escapar desapercibidos.
Análisis
El lenguaje y las imágenes en los Cantos XXI y XXII son toscos y llenos de imágenes grotescas, mucho más que en los Cantos anteriores, lo que sugiere que cuanto más bajo viaja una persona al Infierno, más grotesco se vuelve el Infierno. Los demonios en estos rincones se describen como ninguna otra bestia en el mundo. Infierno se describen, con gran detalle y una calidad casi cómica. Dante el Peregrino es a la vez temeroso y fascinado por estas bestias.
Como el resto de los pecadores en el Infierno, los Injertos también experimentan el concepto de Dante de la Retribución Divina. Debido a que tenÃan manos «pegajosas» en vida, robando y malversando dinero, están condenados a pasar la eternidad en la oscuridad total, y asà como sus negocios estaban ocultos al mundo en vida, sus almas están escondidas bajo brea en la muerte. En la Tierra, los Injertos aprovecharon cada oportunidad para aprovecharse de los demás, y ahora son supervisados ​​por demonios aterradores que aprovechan cada oportunidad para aprovecharse de ellos.
El comportamiento de Virgilio cambia en estos cÃrculos más profundos. Ya no maldice y se comporta con ternura hacia Dante. De hecho, regaña a Dante dos veces en el Canto XXI, una por esconderse detrás de las rocas (donde lo puso Virgilio) y otra por tener miedo a los demonios. Dante parece casi reacio a continuar el viaje, literal y espiritualmente, y Virgilio, como razón humana, se siente frustrado con él.
Todo lo que se sabe del Injerto de Navarra es lo que dice de sà mismo. Él, como los otros pecadores en el Infierno, permanece sin cambios y no muestra remordimiento por sus pecados; como fue en la vida, asà permanece en el infierno. La escena de este pecador y su huida de los demonios sirve para que los poetas progresen en su camino; no hay otra razón real para su presencia en la narración.
Glosario
Santa Zita el santo patrón de Lucca.
bonturó PolÃtico de Luca.
pisano una persona de la ciudad de Pisa de Pisa.
cerdeña isla italiana en el Mediterráneo, al sur de Córcega; o la región de Italia que comprende esta isla y pequeñas islas vecinas.