reverendo hale



Análisis del personaje del reverendo Hale

La fe y la fe del reverendo Hale en el individuo lo dividen. Hales llega a Salem en respuesta a una necesidad. Él es el «médico espiritual» llamado para evaluar a Salem. Su trabajo es diagnosticar la brujería si está presente y luego brindar la cura necesaria mediante la conversión o eliminación de los habitantes «infectados» de Salem. Hale está dedicado a su fe y su trabajo. Sus buenas intenciones y su sincero deseo de ayudar a los afligidos lo motivan.

Desafortunadamente, Hale también es vulnerable. Su celo por descubrir la brujería permite que otros, particularmente Abigail, lo manipulen. La cantidad de evidencia de brujería cuando llega a Salem lo abruma. Aunque Hale sigue decidido a no declarar brujería a menos que pueda probarlo, las expectativas de la gente de Salem lo abruman y, como resultado, acepta su evidencia al pie de la letra en lugar de investigarla él mismo.

El público no debe condenar a Hale. Al igual que Proctor, cae, debido a sus juicios y convicciones inexactos, pero luego trata de corregir sus defectos. Hale es el único miembro de la corte que cuestiona las decisiones de la corte. No es un rebelde, ni quiere derrocar la autoridad de la corte, pero lucha por la justicia. Una vez que se da cuenta de que Abigail es un fraude, Hale se dedica a tratar de persuadir a los otros prisioneros para que confiesen y puedan evitar la ejecución, usando mentiras para frustrar las mentiras. Lo que no se da cuenta es que las mentiras que está incitando solo reforzarían las calumnias que la corte ya ha cometido. No habría más verdad.

La acción de la obra pone a prueba severamente la fe y la comprensión de Hale. Debe reconocer que los niños manipularon sus propias creencias irrefutables, al tiempo que se da cuenta de que ha enviado a personas inocentes a la muerte. Este conocimiento es una carga pesada, pero cambia a Hale para mejor. Aunque cuestiona su propia fe y doctrina, no abandona por completo la religión. Él vislumbra la verdadera fe a través de aquellos a los que condenó, particularmente Rebecca Nurse y Elizabeth Proctor.



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