Rachel vive con su amiga de la universidad, Cathy, después de que rompió con su esposo y no tenía dónde vivir. No tiene trabajo, pero se lo oculta a Cathy. Todos los días toma los mismos trenes matutinos y vespertinos, observando las mismas casas suburbanas junto a las vías. Sin embargo, hay una casa que no puede esperar para ver todos los días. Ella nombra a las personas en él, Jess y Jason. Le encanta esta casa porque le recuerda su vida pasada y perfecta, antes de que ella y Tom se divorciaran.
Un día, ve a Jess besando a un hombre. Rachel está segura de que no es Jason porque este hombre era mucho más alto y tenía una estructura corporal diferente. Al día siguiente, escucha la noticia de una mujer llamada Megan Hipwell que desapareció. Por la dirección del periódico, sabe que Megan es Jess y recuerda el momento en que la vio besando al hombre. Incapaz de guardárselo para sí misma, intenta ponerse en contacto con Jason o Scott para contarle lo que vio. Ella también va a la comisaría y les cuenta lo que vio, pero terminan rechazando su evidencia porque estaba borracha la noche que Megan desapareció.
Scott responde su correo electrónico y le pide que lo llame. Le pide que lo conozca en persona. Cuando se encuentran, ella le cuenta lo que vio. Él le pregunta si puede identificar al hombre basándose en una imagen y ella dice que sí. Cuando ve una foto de Kamal Abdic, el terapeuta de Megan, dice que él es el hombre que vio con Megan. Más tarde, Kamal es detenido como sospechoso, pero puesto en libertad por falta de pruebas. Cuando revisaron su casa, no había rastro de Megan en el dormitorio de Kamal. Scott y Rachel todavía sospechan de Kamal y creen que tenía un motivo sexual.
El día que Megan desapareció, Rachel recuerda que estaba cerca de donde viven, pero no recuerda lo que pasó porque estaba muy borracha. A medida que pasa el tiempo, recuerda pequeños detalles como caerse por las escaleras y un hombre pelirrojo ayudándola. Recuerda estar en el paso subterráneo cerca de la estación de tren y le sangraban la cabeza y las manos. Rachel decide ir al terapeuta, Kamal, para ver si puede recuperar su memoria y tratar de encontrar cualquier información que lo convierta en sospechoso nuevamente. Kamal le dice que los recuerdos no se pueden recuperar; sin embargo, una persona que ha perdido un recuerdo a menudo puede recordar destellos volviendo a la escena donde sucedió todo.
La policía da a conocer la noticia de que Megan está muerta y, días después, que estaba embarazada. Scott y Rachel continúan conociéndose e incluso teniendo relaciones sexuales, lo que hace que ambos se sientan confundidos y enojados. Scott descubre que Rachel le ha estado mintiendo todo este tiempo: no era amiga de Megan y nunca había ido a su galería. También descubre que ella ha estado yendo a Kamal Abdic y no le cree cuando le dice que estaba tratando de ayudar. Scott arrastra a Rachel por las escaleras y ella comienza a sangrar. Luego, la encierra en una habitación, donde ve una foto enmarcada de Scott y Megan destrozada. Ella piensa que Scott asesinó a Megan y va directamente a la policía al día siguiente.
Finalmente, Rachel recupera todo su recuerdo de la noche del sábado cuando estaba en el paso subterráneo. Recuerda que Tom la golpeó, le causó una lesión en la cabeza y se llevó a Megan en su auto. Rachel decide que debe hablar con Anna sobre esto, a pesar de su relación. Mientras tanto, Anna encuentra un teléfono móvil secreto y descubre que Tom está teniendo una aventura con alguien, pero cree que es Rachel. Cuando Rachel le habla de Tom, ella le cree. Sin embargo, justo cuando están a punto de dirigirse a la policía, llega Tom y los encierra en la casa.
Rachel le cuenta lo que vio y él al principio lo niega, pero luego admite que estaba teniendo una aventura con Megan. Dice que estaba tratando de ponerle fin; el sábado por la noche, ella siguió llamándolo y amenazándolo. Ella dijo que si él no la encontraba en algún lugar, vendría a su casa y le contaría todo a Anna. Tom culpa a Rachel por estar tan borracha ese día y venir a su casa porque eso molestó a Anna y decidió no reunirse con sus amigos. Tom dice que Megan seguía gritando y maldiciendo y que no tuvo más remedio que matarla. La enterró en el bosque y se escapó. El lector ve esta escena desde el punto de vista de Megan; ella dice que solo estaba tratando de ser honesta con todos y cuidar a su bebé.
Tom ahora intenta matar o herir gravemente a Rachel. En defensa propia, ella lo mata poniéndole el sacacorchos en la garganta. Anna llama a la ambulancia y le cuenta todo a la policía, limpiando el nombre de Rachel. Rachel también la ve hablando con Tom antes de que llegue la ambulancia y retorciendo más el sacacorchos en su garganta. Cuando termina el libro, Rachel decide alejarse de esa zona por un tiempo y recuperar su sobriedad y su vida.