La chica que escribió en seda por Keli Estes
Para empezar, tengo tantos sentimientos complejos asociados con esta novela y me ha llevado algún tiempo poder escribir esta reseña. Para empezar simplemente, me encantó esta novela, la forma en que la novela se movía entre cada período de tiempo me recordó el primer libro como este que leí; Arcardia (que en realidad es una obra de teatro). Me encantó la forma en que exploró la historia asiáticoamericana en los Estados Unidos, que es una característica muy fascinante de la historia. Siendo un estadounidense de origen asiático que vive en los EE. UU., La revelación del pasado de este libro desde la perspectiva de Mei Lin, aunque no del todo inaudita, fue impactante de leer. Otra cosa que disfruté (y también me hizo golpear secretamente mis puños contra mi cráneo) fue la familiar lucha del personaje por hacer lo correcto frente a la adversidad.
Ahora que conoces los breves puntos de lo que me encantó de la novela, déjame darte una breve pero no reveladora sinopsis de la trama. Inara, que recientemente heredó la propiedad de su tía en la costa oeste, mientras limpia la propiedad para la venta, encuentra un artefacto oculto tanto a la vista como al conocimiento de su familia. Sin saberlo, el descubrimiento de Inara la coloca en un camino no solo de autodescubrimiento y aceptación, sino también de una lucha familiar que pasa directamente a través de las edades para hacer lo mejor para su familia.
Descubrir esta hermosa pieza de seda crea un vínculo y un puente creado por la historia que se extiende a lo largo de años y culturas. Sin dejar de enseñarnos una lección, la historia nunca está sellada con tinta, solo otra historia cuidadosamente elaborada que años después es susceptible de nuevas investigaciones. Inara no solo conecta emocionalmente con Mei Lin, sino que nos involucra en el mismo viaje y nos extiende el puente de la historia. La forma en que se construyó la historia fue exquisita y disfruté la forma en que ambos períodos de tiempo se entrelazaron.
La historia está llena de tiernos momentos que hicieron que los hilos de mi corazón se tiraran y las lágrimas corrieran por mis ojos. Disfruté mucho de los personajes, los símbolos sutiles y el hermoso misterio. Inara es compleja y, si bien la lucha contra el deber familiar está gastada, lo es porque el deber es muy fuerte (y en este caso, culturalmente arraigado). Este libro fue obsesivo y cautivador. Este libro prueba que la historia nunca está muerta. Nos envuelve y cambia, incluso cuando somos testigos del pasado de años en el futuro.
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