ramona donsell



Análisis de personajes Ramona Donsell

La última amante de Herzog es de Buenos Aires y es una hermosa y exótica mujer que se entrega a experiencias sensuales como una forma de levantar el ánimo de su letargo. Ramona hizo del sexo una religión. Al igual que Sono Oguki y las otras mujeres en la vida de Herzog después de su divorcio, ella brinda alivio físico y evita mucho sufrimiento y mucho pensamiento. Ella ve claramente la necesidad de Herzog de demostrar su hombría y le enseña que todavía puede ser varonil. Pero, sobre todo, Ramona demuestra que la especulación filosófica no es la única forma de entender la naturaleza humana. Con su cuerpo, su buena comida y su amabilidad, establece un nuevo sentido de confianza en sí mismo para Herzog.

El trabajo de Ramona es satisfacer una necesidad sensual en la vida del héroe; proporciona un asilo de la realidad. Aunque quiere casarse con él, no busca dominar a Herzog como lo hizo Madeleine. Cuando ella lo domina, como en la escena de la seducción, es para satisfacer su ego, no el de ella. Su visión de la vida es, para el héroe, más preferible que el egoísmo romántico de Madeleine y Valentine, el materialismo de sus hermanos, el frío pragmatismo de sus abogados y las teorías abstractas de los filósofos que estudia. Ella le muestra a Herzog que el espíritu puede renovarse a través de la carne. A través de Ramona, Herzog puede restaurar el equilibrio de su personaje hasta cierto punto.



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