Análisis de carácter próspero
Próspero es el legítimo duque de Milán. Doce años antes, había encontrado refugio en esta isla después de que su hermano menor, Antonio, se apoderara del título y la propiedad de Próspero. Próspero trabaja como un dios en la isla, manipulando a todos los que están en su poder. Es impotente contra sus enemigos hasta que aparecen en un barco cercano; pero cuando están lo suficientemente cerca, puede usar su magia para crear una tormenta y ponerlos bajo su control.
La magia de Próspero es la magia blanca de la naturaleza, no la magia negra de los hombres malvados. Este ex duque de Milán es una personalidad compleja. Aunque se niega a liberar a Ariel y esclavizar a Caliban, Próspero es verdaderamente un gobernante benéfico que nunca tiene la intención de dañar ni siquiera a sus enemigos. Al comienzo de la obra, Próspero parece insensible y cruel, especialmente en el trato que da a Ariel y Calibán. También es autocrático en su trato con Ferdinand, pero Próspero se da cuenta de que Ferdinand y Miranda se valorarán más si hay algunos impedimentos para salir.
La humanidad de Próspero es claramente obvia en su trato a Antonio, a quien llama traidor pero a quien se niega a tratar como traidor. Otro ejemplo de la amabilidad de Próspero es cuando evita que Alonso se disculpe con Miranda, diciéndole que no hay necesidad de más enmiendas. Al final de la obra, está claro que Próspero es justo e inteligente.