Resumen y Análisis Acto IV: Prólogo
Resumen
El Coro nos da una imagen de los dos campos opuestos la noche anterior a la batalla; están los susurros de los centinelas, la luz del fuego de cada campamento, el relincho de los caballos, el sonido de las armaduras, el canto de algunos gallos y el tictac de los relojes en dos pueblos cercanos. Dentro del campamento francés, los confiados soldados juegan a los dados mientras esperan ansiosos el amanecer; mientras tanto, los ingleses, conscientes de su escaso número y de su debilitado estado, contemplan el peligro de la mañana. El coro describe al rey Enrique caminando de tienda en tienda hablando con sus soldados («un pequeño toque de Harry en la noche»), llamándolos «hermanos, amigos y compatriotas». Se ve fuerte y confiado, y es un consuelo para sus hombres.
Luego, el Coro se disculpa una vez más por las deficiencias del escenario y pide que su audiencia esté lista para imaginar la Batalla de Agincourt en sus mentes.
Análisis
Como antes, el Coro se disculpa por las limitaciones del escenario y la necesidad de imaginación del público. De acuerdo con la tradición isabelina y la costumbre de Shakespeare, no hay ningún esfuerzo irrazonable para presentar una batalla en el escenario. A lo largo de las obras históricas de Shakespeare, algunos soldados representan ejércitos enteros, pero aquí, donde se presenta al rey ideal de Inglaterra, Shakespeare recurre al uso del Coro, exhortando y recordando a la audiencia que deben imaginar los dos bandos opuestos en la noche. vísperas de la crucial Batalla de Agincourt.
Shakespeare continúa retratando el estado de ánimo contrastante de los dos campos. Nuevamente, como en el último acto, el Coro nos informa que los franceses están demasiado confiados y animados, mientras que los ingleses están tan abatidos que el propio Rey debe deambular por el campamento, ofreciendo aliento.
En la última escena del Acto III, vimos cuán frívolos eran los franceses con su charla despreocupada sobre caballos, amantes y poesía amorosa. Ahora se abrirá el Acto IV contrastando la situación en la campiña inglesa.