Preludio en el Teatro



Resumen y Análisis Parte 1: Preludio en Teatro

Resumen

En el escenario de un teatro tiene lugar una discusión entre un director, un poeta y un payaso. Discuten sobre lo que constituye una buena obra. Se presentan tres puntos de vista. El director está interesado en las cosas que hacen que la obra sea un éxito comercial: acción y novedad. El poeta se preocupa por el arte y las ideas que hacen universal el significado de la obra y le dan valor para la posteridad. El payaso afirma que estos puntos de vista no son contradictorios. Señala que las necesidades del arte y las necesidades del momento pueden conciliarse, ya que lo que atrae al público en general no tiene por qué ser inútil. El artista puede mantener su integridad y seguir teniendo éxito si deja de sentirse superior y desarrolla una apreciación adecuada de los valores de la vida cotidiana.

Finalmente, el director termina la discusión, recordando a los demás que todavía hay mucho trabajo por hacer si quieren montar una obra de teatro. Describe las técnicas de producción de una obra y promete a la audiencia que el universo entero se presentará en su escenario, comenzando por el cielo y continuando por el mundo hasta el infierno.

Análisis

A primera vista, este preludio parece sólo indirectamente conectado con la tragedia misma, pero Goethe lo usa para esbozar en términos banales algunos de los temas esenciales que serán tratados en Fausto. El poeta representa al idealista que se esfuerza por comprender los valores eternos, el payaso es el realista que se preocupa por el aquí y el ahora, pero ambos encarnan principios importantes de la vida. El director de teatro es como el dios de un universo, de la mente (conciencia) de un solo individuo. Debe combinar estos elementos dispares para crear un mundo armonioso o una personalidad bien integrada. Los problemas que enfrenta en su escenario presagian aquellos con los que luchará Faust.

Al hacer esta analogía entre el universo y el alma individual, Goethe se basa en la concepción filosófica medieval del microcosmos y el macrocosmos. El individuo y el cosmos se relacionan entre sí como el «pequeño mundo» interior y el «gran mundo» exterior, muy diferentes en tamaño y alcance, pero teniendo la misma esencia básica y respondiendo a las mismas leyes eternas. Esta es también la relación entre las dos partes del Fausto.

En un nivel más actual, el discurso final del director es un análisis de los problemas del dramaturgo y demuestra el profundo conocimiento de las artes escénicas de Goethe, derivado de muchos años como dramaturgo y director del Teatro Estatal de Weimar.



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