Personajes de La Casa de Bernarda Alba

Una anciana que, junto con su hijo, le pide sobras a una de las criadas de Bernarda. La codicia de este último al negar la petición del primero ayuda a caracterizar el mundo de la obra.

Aunque nunca habla ni sube al escenario, Pepe es un personaje importante. Un joven del pueblo que actualmente busca esposa, su presencia vuelve locas a todas las chicas y ayuda a avivar la amargura entre ellas.

La matriarca tiránica de la familia, sesenta años. Insiste en mantener a sus hijas a raya y está dispuesta a utilizar la violencia y las amenazas para hacerlo.

Madre de Bernarda, ochenta años. Una anciana senil a la que Bernarda mantiene encerrada en la parte trasera de la casa. Aunque parece despotricar sin sentido, juega el papel de un oráculo a través de la sabiduría que incrusta en sus discursos.

La hija mayor de Bernarda, treinta y nueve años. La única hija del primer matrimonio de Bernarda. Su nombre se traduce aproximadamente como «angustia». Mujer triste y fea, pero única hija con dote, está comprometida con Pepe el Romano.

Segunda hija mayor de Bernarda, treinta años. Una mujer rencorosa y amargada, aunque quizás la hija con el sentido más realista de las limitaciones que enfrenta una mujer en su mundo.

La tercera hija mayor de Bernarda, veintisiete años. La más asustada y chismosa de las hijas, es ella quien cede más fácilmente a las exigencias y expectativas de Bernarda.

La cuarta hija mayor de Bernarda, veinticuatro años. Su nombre se traduce aproximadamente como «sufrimiento» y refleja su persistente depresión. Jorobada, una vez estuvo comprometida con un hombre, pero Bernarda lo arruinó.

La hija menor de Bernarda, veinte años. La única hija que voluntariamente hace alarde de las restricciones de Bernarda y declara su verdadera individualidad. La heroína trágica de la obra.

Mujeres sin nombre que sirven a la casa Alba. Ellos deliberadamente chismean con La Poncia sobre la casa, revelando serios resentimientos de clase.

La doncella principal de Bernarda, posiblemente la mujer que mejor conoce a Bernarda. A los sesenta años, es una voz de sabiduría a lo largo de la obra, aunque una sabiduría teñida de resentimiento de clase y odio hacia Bernarda.

Un amigo de Bernarda, cincuenta años. Muy religiosa y consumida por el arrepentimiento por haber dejado que su esposo desterrara a su hija.

Doscientas mujeres vestidas de negro que visitan la casa Alba tras el funeral del marido de Bernarda.

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