Pere Goriot



Análisis del personaje de Pere Goriot

El personaje del título es objeto del más profundo análisis de Balzac. Su pasión irracional se muestra poderosamente, se explica cuidadosamente, forma el elemento dramático de la novela y progresa hasta un clímax sublimemente trágico.

Balzac nos muestra cuidadosamente cómo en Père Goriot la pasión de un rico comerciante creció y lo dominó. A partir de entonces, el anciano vive sólo para sus hijas, sumando sacrificio a sacrificio, desangrándose de su dinero y de su vida, y cuando finalmente no queda nada que dar, se marchita y muere.

Esta extraña pasión combina indisolublemente dos elementos: la animalidad y la sublimidad. Hemos visto a lo largo del libro el comportamiento animal de Goriot hacia sus hijas, un comportamiento que a menudo se compara con el de un perro. Balzac dijo de él, en respuesta a las críticas: «El viejo Goriot es como el perro de un asesino, que lame la mano de su amo cuando está manchada de sangre; no discute, no juzga, ama». Y, de hecho, su pasión aniquiló todos los demás sentimientos humanos: mataría, robaría y «vendería al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo» para salvar a sus hijas. Al mismo tiempo, Balzac lo eleva a un tipo, a un creador, a una figura divina, capaz de infinita pasión y abnegación, que culminará en el sacrificio final de ese «Cristo de la Paternidad».



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