Resumen y Análisis Parte IV Capítulo 20: Farting por Hirohito
Resumen
Louie descubre que, a pesar de la dureza de su cautiverio, hay un espíritu de resistencia entre los prisioneros de Ofuna. Louie se hace amigo del teniente William «Bill» Harris, un infante de marina capturado con memoria fotográfica. Cuando los prisioneros logran robar periódicos, Harris memoriza los mapas de guerra representados en ellos y los reproduce como formadores de moral para los prisioneros de guerra. Los prisioneros son expertos en comunicarse a través del código Morse, robar a sus captores e insultar en secreto a Japón, incluso tirarse pedos en dirección al emperador Hirohito. Louie también lleva un diario secreto y se hace amigo de Frank Tinker, un piloto de bombarderos en picado. Luego, en marzo de 1944, Phil es enviado a un campo de trabajos forzados llamado Ashio, al norte de Tokio.
Análisis
Para Louie, no hay escapatoria del infernal abuso en el centro de interrogatorios de Ofuna, pero hay momentos de redención. Las rebeliones secretas de los prisioneros y los actos simbólicos de resistencia, incluso en las formas más pequeñas, unen a los hombres. En medio de su sufrimiento, Louie es capaz de aferrarse a estos momentos y a sus compañeros prisioneros de guerra como restauradores de la dignidad robada, como recordatorios de que hay esperanza.
Además, estos disturbios menores refuerzan a Louie y a los otros prisioneros de guerra que no pertenecen a este infierno sistemático creado por sus captores japoneses. Son ciudadanos de un lugar mejor, un país donde la libertad y la dignidad son un derecho constitucional. Un “cielo” simbólico en Estados Unidos los está esperando, si pueden seguir vivos para verlo.