PARTE CERO: 7 de agosto de 1944



Resumen y Análisis PARTE CERO: 7 de agosto de 1944

Resumen

Toda la luz que no podemos ver comienza durante el último año de la Segunda Guerra Mundial. Horas antes de que los aviones aliados bombardeen la ciudad francesa de Saint-Malo, lanzan panfletos advirtiendo a los residentes que evacuen. Se presentan los dos protagonistas de la historia, Marie-Laure LeBlanc, de 16 años, y Werner Pfennig, de 18 años. Ninguno de ellos evacuó Saint-Malo. Marie-Laure está ciega y sola en la casa de su tío abuelo Etienne. Werner es un soldado del ejército alemán, con órdenes de alojarse en un hotel en Saint-Malo llamado “el Hotel de las abejas”, donde los alemanes han establecido su cuartel general.

Mientras los bombarderos aliados se acercan a Saint-Malo y suenan las sirenas, Marie-Laure y Werner se preparan para el bombardeo a su manera. Marie-Laure, en lugar de refugiarse, manipula una pequeña maqueta de madera de Saint-Malo que su padre le hizo, revelando un diamante escondido en su interior. Mientras tanto, Werner se refugia con otros dos soldados en el sótano del hotel. Afuera, comienza el bombardeo.

Análisis

la novela comienza en promedios, frase latina que significa “en medio de las cosas”. La novela intercala la descripción del bombardeo de Saint-Malo con las narraciones de los personajes hasta este punto para reflejar la confusión y el caos de la ciudad cuando comienza el bombardeo. Si bien la narración terminará explicando cómo llegaron Marie-Laure y Werner a donde están ahora, la parte cero es intencionalmente tensa e incierta.

Aunque Marie-Laure y Werner saben que se acercan las bombas, ninguno de los dos huye de la ciudad. Parecen ser víctimas del azar, en el lugar equivocado en el momento equivocado, e indefensos ante el poder de la guerra. Esta impotencia plantea una pregunta que aparece repetidamente en la novela: ¿cuánto poder tienen los individuos para tomar decisiones durante una guerra? ¿Podrían Marie-Laure y Werner haber tomado decisiones diferentes a las que toman, o su destino está predeterminado por las situaciones en las que se encuentran?

Otra cuestión que plantea esta parte es la naturaleza del “refugio”. Justo antes de que caigan las bombas, los pensamientos de Marie-Laure y Werner se vuelven hacia sus respectivas familias, y cada uno parece encontrar consuelo en ellas. Marie-Laure, que todavía está en su habitación y no se ha refugiado físicamente, dice el nombre de su padre mientras sostiene el diamante que le dejó. Como se rumorea que la piedra mantiene con vida a su poseedor, Marie-Laure recurre a ella como sustituto del refugio físico y de su padre.



Deja un comentario