Parte 12: Secciones 7-12



Resumen y Análisis Parte 12: Secciones 7-12

Resumen

Ishmael le pregunta al narrador sobre el capítulo dos de la historia de Leavers. Intenta que el narrador piense en cómo cambiaría el mundo, lo que lo lleva a él y al narrador a la cuestión de la civilización. Ismael ayuda al narrador a comprender que la civilización no es el problema, sino la actitud que las naciones civilizadas tienen hacia el mundo. La clave es si un pueblo civilizado ve el mundo como algo que les pertenece o como algo que les pertenece a ellos mismos.

En este punto, Ishmael reflexiona sobre sus antiguos alumnos e informa al narrador que este es el punto en el que la mayoría de ellos se dan por vencidos porque no creen que sea posible un cambio a gran escala. Sin embargo, el narrador permanece inspirado y quiere saber qué puede hacer para ayudar a cambiar el mundo. Ishmael le dice que debe ser un maestro ya que la mente de los humanos debe cambiar antes de que cambien sus acciones.

Pero antes de que Ishmael envíe al narrador al mundo para compartir el conocimiento que ha adquirido, hace un último punto. Le recuerda al narrador la metáfora original del cautiverio que usó para comenzar sus lecciones: que todos los miembros de la cultura Taker están atrapados en una forma de vida destructiva e insatisfactoria. Y, como cualquier prisión, tiene formas de distraer a los reclusos para que no se den cuenta de las condiciones. El narrador ve que, para los Takers, esta distracción está consumiendo el mundo. Ishmael agrega que también es importante mantener el enfoque en liberarse de la prisión, no solo en hacer que las condiciones dentro del sistema sean más justas para los miembros históricamente marginados (es decir, humanos no blancos y no hombres).

Con eso, Ismael le informa al narrador que ha terminado de instruirlo y se va a la cama, aunque el narrador le asegura que volverá mañana.

Análisis

En la segunda mitad de la Parte 12, Quinn usa el tema de la enseñanza continua y la metáfora de la prisión para ayudar al narrador a comprender lo que se debe hacer para salvar el mundo. Ahora que el Narrador comprende las circunstancias históricas que llevaron al estado actual del mundo, no sabe qué hacer al respecto. Ismael sugiere ser maestro. Al hacer que Ishmael, como maestro, sugiera que su alumno se convierta en uno, Quinn enfatiza la importancia de las relaciones alumno-maestro como elemento central del cambio social. Así, Ismael y el narrador no son sólo representantes de un modelo alegórico de aprendizaje (similar a Sócrates y sus alumnos, por ejemplo), sino también un modelo de cambio cultural, ya que, como sugiere Ismael al narrador, la única forma de cambiar las acciones de las personas es comenzar con sus mentes.

Además, Quinn usa la metáfora de la prisión para ayudar a enfocar el papel del narrador como maestro. Recuérdese que al comienzo de la novela, Ismael explicó que una de sus motivaciones para formarse fue comprender mejor la idea del cautiverio. Ismael vuelve a la idea de una prisión para recordarle al narrador las poderosas formas en que la Madre Cultura esconde los barrotes de su “prisión”. Por lo tanto, el Narrador debe usar su comprensión de esta prisión para ayudar a sus compañeros de prisión a ver qué los une en su forma de vida ecológicamente destructiva. Mientras que el narrador tiene la carga de su tarea como maestro, Ismael le ha proporcionado metáforas útiles, como la prisión, así como las historias que usó en su instrucción, para ayudar al narrador a llegar a los demás como él mismo fue alcanzado.



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