Resumen y Análisis Parte 1
En resumen, la Compañía puede Aparecer ser «blanco» y puro, pero en realidad es exactamente lo contrario, como denota el contador y su camisa blanca.
Algunos críticos han afirmado que el uso que hace Conrad de la «oscuridad» para representar el mal sugiere las suposiciones racistas de la novela; otros argumentan que los personajes «blancos» del libro son en realidad más «negros» que los nativos que matan y que las imágenes de Conrad enfatizan la hipocresía de la Compañía y sus empleados «blancos». Independientemente de esta disputa crítica, el lector debe notar que Conrad juega con imágenes en blanco y negro a lo largo de la novela y, por supuesto, en su propio título.
Marlow se siente «un impostor» cuando deja la sede de la Compañía, habiéndose unido a las filas de una compañía cuyas suposiciones sobre África y la actividad europea contrastan marcadamente con las suyas. Marlow no tiene impulsos imperialistas y solo busca aventuras, pero está comenzando a ver a la Compañía por lo que realmente es. Por lo tanto, la creciente conciencia de Marlow sobre la decadencia moral que lo rodea se convierte en uno de los temas principales de la novela.
Al igual que la sede de la Compañía, África misma se presenta inicialmente como un lugar encantador e intrigante. El continente se describe como inacabado y «todavía en construcción», con un aire que atrae a los europeos a «venir y averiguar» si pueden sobrevivir allí.
Esta descripción de África como un paraíso prístino, sin embargo, es rápidamente cuestionada por la descripción de Marlow. Se da cuenta de que un buque de guerra francés dispara sus armas hacia el monte; el «pop» hecho por sus armas destaca los intentos ineficaces de la Compañía de subyugar el continente. Asimismo, Marlow advierte una caldera tirada sobre la hierba, un vagón de tren en desuso que parece «el cadáver de algún animal», una serie de explosiones que no hacen nada para cambiar la roca que intentan remover, un «agujero artificial» cuyo propósito él no puedo distinguir, y un barranco lleno de tuberías de drenaje rotas. Aturdido por estas imágenes de caos, Marlow comenta: «El trabajo estaba sucediendo. ¡El trabajo!» Claramente, estos signos de derroche e ineptitud no son lo que Marlow esperaba ver a su llegada; estas máquinas desechadas simbolizan el total desprecio de la Compañía por lograr cualquier progreso real en el Congo, así como la desorganización que marca sus operaciones diarias.
Aún más inquietante para Marlow es el «bosque de la muerte»: un lugar sombrío donde algunos de los nativos, como las máquinas antes mencionadas, están muriendo sin que nadie parezca darse cuenta o preocuparse. Llamándolos «nada más que sombras negras de enfermedad y hambre» y «rayos de ángulos agudos», Marlow intenta mostrar algo de caridad ofreciéndole una galleta a uno de ellos; el nativo moribundo, sin embargo, solo puede agarrarlo con la mano, demasiado débil para llevárselo a la boca. Marlow nota que este hombre tiene «un poco de lana blanca» atada alrededor de su cuello y está intrigado por el significado, pero el lector puede ver que la lana simboliza el «pegar» a los nativos por parte de la Compañía y tratarlos como animales. Angustiado, Marlow deja el bosque para calmar su mente conmocionada. En lugar de enfrentarse al horror de frente, se retira; después no tendrá ese lujo.
Marlow pasa de los nativos a un europeo: el jefe de contabilidad de la Compañía, quien insinúa la inmensa cantidad de dinero que la Compañía está ganando con su campaña de terror y cuyo atuendo es impecable. Una vez más el lector ve los intentos de la Compañía de vestirse con colores y fachadas de pureza. Marlow llama al Contador un «milagro» debido a su capacidad para mantener una apariencia europea digna en medio de la jungla fangosa y sofocante. (Incluso tiene un portalápices detrás de la oreja). Completamente y deliberadamente ajeno a los horrores que lo rodean, el Contador solo se preocupa por los números y su propia importancia: cuando un agente enfermo es colocado temporalmente en su cabina, el Contador se queja. También le dice a Marlow: «Cuando uno tiene que hacer entradas correctas, uno llega a odiar a estos salvajes, a odiarlos hasta la muerte». Para la Empresa, encarnada en Contador, el beneficio prima sobre la vida humana y el resultado final es más importante que cualquier ley superior de humanidad.
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