Oswald, el mayordomo de Goneril, es un cómplice voluntario del complot de Goneril y un secuaz sin honor. Oswald aumenta esta percepción negativa al no defenderse del ataque de Kent y al mentir que le perdonó la vida a Kent porque Kent es un anciano. Estos eventos pintan a Oswald como débil y deshonesto. Oswald es, como sugiere Kent, un parásito que prospera con las maquinaciones malvadas de Goneril y que hace que su engaño sea más fácil de mantener. Como sirviente de Goneril, acepta sus órdenes sin cuestionar. Aunque advertido, se niega a abandonar sus órdenes de asesinar a Gloucester, ya que la obediencia y el rango lo son todo para este sirviente. El sentido de la obediencia de Oswald es tan grande que incluso le pide al hombre que lo mató que le entregue la carta de Goneril a Edmund.
