nicole buzo



Análisis del personaje de Nicole Diver

Como Daisy Buchanan en el gran Gatsby, Nicole Diver se siente menos como un personaje completamente desarrollado que como un vehículo para ayudar a explicar la caída de un hombre. A menudo uno tiene la sensación de que los personajes femeninos de F. Scott Fitzgerald son una proyección de un lado u otro de Zelda, pero que en ninguno de ellos ha logrado retratar a su esposa de manera completa y veraz.

La interpretación de Nicole Diver comienza con la historia de su infancia, cuando su padre la violó después de la muerte de su madre. Ella sigue siendo una niña en el matrimonio de Diver en gran parte porque transfiere sus sentimientos de autoridad paterna a Dick Diver. Cuando parece superar a Dick al final de la novela, simplemente se está esclavizando a otro hombre menos digno. Ella vive la canción que toca para Dick en los terrenos del hospital antes de su boda, como concluye la letra, «Como un dólar de plata va de mano en mano, / Una mujer va de hombre en hombre».

Como se señaló en el comentario crítico anterior, la enfermedad de Nicole Diver se extrae del propio caso de Zelda Fitzgerald, un hecho que la debilita en muchos sentidos porque Fitzgerald parece incapaz de distanciarse lo suficiente de su propia esposa para dibujar una creación ficticia confiable. Nicole se revela por primera vez en sus cartas a Dick, cartas que inicialmente muestran una inestabilidad grave, luego conducen gradualmente a la confesión de que le gustaría que alguien la amara, una señal de que ha mejorado, ya que el odio hacia los hombres es de esperarse de una víctima de incesto. . .

Todavía parece una niña mientras espera perfumada y nerviosa a Dick en los terrenos del hospital. En las secciones posteriores al matrimonio, su coherencia parpadea tanto que es difícil detectar mucho crecimiento en ella como personaje.

Fitzgerald no está convencido cuando intenta demostrar que Nicole es la agente de la tragedia de Dick Diver porque Fitzgerald nunca permite su verdadera madurez; cuando cambia, lo hace muy rápido. Aunque muestra ternura con su esposo en el yate Golding y comprende su necesidad de impresionar a Rosemary en capítulos posteriores, casi de inmediato se ve envuelta en un papel malvado. La descripción de Fitzgerald de sus ojos como «los ojos blancos de un ladrón» se nos impone, haciéndola ya no infantil sino perversa. Fitzgerald parece permitir que Tommy Barban descubra sus ojos malvados para indicar que Dick siempre ha podido sacar algo bueno en ella, mientras que con Tommy ella da rienda suelta a su yo desenfrenado.

Durante su breve relación con Tommy, Nicole cambia; ella sabe que Dick la ha estado mirando con creciente indiferencia y que se avecina una crisis. El asunto desata su energía sexual y se acerca a Dick para una gran confrontación. En este punto de la novela, Fitzgerald describe a Nicole como llena de arrogancia debido a su riqueza y detestando los intentos pasados ​​​​de Dick de ministrarla; usó a Dick el Doctor, mostrando su riqueza y belleza ante él. Lo que hace que su personaje sea aún más confuso es que después de que finalmente triunfa sobre Dick, en la última escena de Riviera intenta vengarse de él, pero Tommy la detiene. O no ha rechazado a Dick tan completamente como pensaba o, más probablemente, es una víctima empedernida, un peón de hombres que la pasan, como un dólar de plata reluciente, de una mano a la otra.



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