Análisis del personaje de Mustapha Mond
El Controlador, uno de los diez hombres que dirigen el Estado Mundial, representa una combinación de pasado y presente, convención y rebelión. Hombre de dos mundos, Mond conoce la historia que a los demás les está prohibido conocer, por lo que su pensamiento se extiende tanto dentro como fuera del orden social vigente. El creador de las reglas, como él dice, también puede romperlas si quiere.
Solo el extraordinario poder de Mond lo mantiene a salvo de los rumores sobre su peligroso conocimiento y su colección de libros poco ortodoxos. Es intocable, pero no inalcanzable. Con Helmholtz y John, Mond discute las suposiciones tácitas de la sociedad que encuentran tan restrictivas, incluso confesando sus propios experimentos juveniles en el desafío de la autoridad. Mond conoce la naturaleza del descontento, una vez lo fue, pero está comprometido a mantener estable la sociedad. Utiliza su poder para la felicidad de los demás, explica, no para la suya propia.
Durante sus conferencias, Mond expresa sus puntos de vista únicos sobre los temas de libertad, felicidad, civilización y heroísmo. Su entrega seca contribuye en gran medida al tono satírico de la novela. En su intelecto e inteligencia, Mond es el personaje que más se parece al propio Huxley.