Análisis del personaje de Moll Flanders
Moll, la heroína del libro, nació en la prisión de Newgate y fue abandonada durante aproximadamente un año y medio. Era una joven fuerte, persistente y resuelta que se salía con la suya en la mayoría de las cosas. Era atractiva y tan engreída por su apariencia que fácilmente se convencía de que los hombres estaban enamorados de ella.
Moll a menudo moralizaba sobre su miedo a la pobreza, su codicia, su creciente dureza de corazón, sus actividades criminales, sus numerosos maridos y amantes. Su teoría en evolución era que si Inglaterra hubiera provisto adecuadamente a los huérfanos, no habría caído en malas manos y, por lo tanto, necesitaba defenderse antes de poder ser entrenada para ganarse su camino honestamente en el mundo. Según su teoría, una joven en condiciones precarias tenía derecho a encontrar apoyo de la mejor manera posible. Moll, vanidosa y temerosa de la pobreza, persiguió su objetivo de ganar seguridad en la vida.
Un aspecto de esta determinación fue el deseo de Moll de casarse con un hombre rico. Un segundo aspecto fue su incesante búsqueda de dinero.
El resultado de los actos que realizó para lograr estos objetivos fue la transformación de una hermosa joven inocente en un criminal endurecido de mediana edad que finalmente fue capturado y enviado a la prisión de Newgate. Su ingenio y connivencia trajeron su liberación de la prisión y su transporte a Virginia. Allí, con Jemmy, su esposo favorito, logró convertirse, en un año, en una rica propietaria de una plantación. A lo largo de la novela, vemos la naturaleza dual de Moll: una mujer penitente que se reprende a sí misma por sus crímenes y una perseguidora implacable de riquezas mal habidas.