Análisis del personaje de Miranda
Miranda es la hija de Próspero. Tenía 3 años cuando ella y su padre fueron exiliados. Ahora, unos 12 años después, está empezando a convertirse en una hermosa joven. Ella es inocente, nunca ha visto a otra mujer y no tiene conocimiento de ningún otro ser humano excepto su padre. No es consciente de su belleza porque no sabe cómo debe ser la belleza femenina.
La compasión de Miranda es evidente en el primer acto, con su preocupación por los pasajeros atrapados en la tormenta. Miranda también está justificadamente indignada por la historia de traición de su padre. Su ternura también es evidente cuando le ruega a su padre que no use magia para controlar a Ferdinand, a quien ama. Miranda es una hija obediente, como lo demuestra su consternación cuando se olvida de sí misma y le revela su nombre a Ferdinand, pero también es una joven apasionada, y cuando su padre está ocupado, inmediatamente busca liberar a Ferdinand de sus trabajos.
Miranda no tiene experiencia con personas ni experiencia con hombres, excepto su padre y Caliban. Debido a su aislamiento, no ha desarrollado habilidades artísticas para coquetear, y cuando Ferdinand le dice que la ama, Miranda llora. En todo lo que hace, Miranda es dulce y pura, honesta y amorosa.
