Análisis de personajes de Meursault
Debido a que se ha dedicado tanto tiempo a lo largo de la discusión de esta novela a analizar el personaje de Meursault, hay poca elaboración que sea más que especulación. En el fondo, hay que recordar que Meursault es un hombre que no miente sobre sí mismo, un hombre que no puede aceptar las fórmulas con las que su sociedad se convence de que es feliz. No anhela una vida después de la muerte, no utilizará la religión como vehículo para evitar enfrentarse al hecho de que debe morir y se niega a enmascarar su tranquila aceptación de la muerte de su madre. Desafía a todos los jueces excepto a sí mismo: no jugará al penitente hipócrita de sus interrogadores y fiscales.
Quizá una de las formas más valiosas de entender a Meursault sea citar lo que Camus dijo de él: «Meursault para mí», escribe Camus, es «un pobre hombre desnudo, enamorado del sol que no deja sombras. Está animado por una pasión, profunda porque es tácita, la pasión por lo absoluto y por la verdad. Es todavía una verdad negativa, la verdad del ser y del sentimiento, pero una verdad sin la cual no es posible ninguna conquista de sí mismo ni del mundo». Por eso, hasta el final, «Meursault es el hombre que responde pero nunca hace una pregunta, y todas sus respuestas alarman tanto a una sociedad que no soporta mirar la verdad».