Mattie plata



Análisis del personaje de Mattie Silver

Mattie es prima de Zeena Frome. Su padre era la envidia de sus parientes; se mudó a Connecticut, se casó y les hizo creer a todos que sus empresas habían tenido éxito. Después de su muerte, la familia descubrió que había administrado mal el dinero que había invertido en sus negocios. Como resultado, se les acabó el dinero. La vergüenza de esta revelación contribuyó a la muerte de la madre de Mattie poco después de la muerte de su padre.

A los 20 años, Mattie se quedó sola con solo cincuenta dólares de la venta de su piano. Trabajaba en trabajos ocasionales y no pasó mucho tiempo antes de que se enfermara. Los familiares de Mattie la castigaron por administrar mal el dinero de su padre al negarse a brindarle asistencia financiera. Zeena, sin embargo, vio el empobrecimiento de Mattie como una oportunidad e invitó a Mattie a mudarse a Starkfield. Mattie se convirtió en el sirviente contratado de Zeena, trabajando como compañero de Zeena a cambio de un techo sobre su cabeza y comida para comer.

Durante el año que Mattie vive con los Frome, es evidente que Mattie es «rápido para aprender pero olvidadizo y soñador». Rara vez completa sus tareas diarias; sin embargo, en lugar de escuchar a Zeena quejarse (y porque está enamorado de Mattie), Ethan interviene y «complementa sus esfuerzos no calificados».

La personalidad de Mattie contrasta con la de Zeena. Mattie no es un «fretter»; ella no se queja Ella es sana, feliz y hermosa. Ella está llena de vida y entusiasta. Admira las observaciones y los pensamientos de Ethan y comparte su aprecio por la naturaleza.

A lo largo de la novela, Wharton presagia la tragedia que le sobreviene a Mattie. Mattie se siente insegura acerca de su puesto en Fromes porque siente que Zeena no le gusta. Varias veces le pregunta a Ethan si Zeena tiene la intención de despedirla. Mattie experimenta un conflicto interno cuando Zeena finalmente lo hace quiere a Mattie fuera de la casa. Mattie no sabe lo que va a hacer. No está capacitada: no tiene dinero ni contactos que la ayuden a encontrar trabajo. Cuando Ethan lleva a Mattie a la estación de tren (a la que nunca llegan), ella le declara su amor y admite que no cree que pueda vivir sin Ethan. Su intento fallido de suicidio transforma a Mattie para siempre.

Como resultado del accidente, Mattie queda paralizado del cuello para abajo. En el momento del Epílogo, había estado viviendo con los Frome y Zeena la había cuidado durante más de veinte años. Mattie se volvió llorona, llorona y petulante. La chica hermosa, sensible y amorosa de la que Ethan se enamoró, en cierto sentido, hizo morir la noche del atropello y fuga.



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