Primero vemos a Madame de Vionnet a través de los ojos de Lambert Strether como una especie de personaje romántico idealizado. Ella no resulta ser la mujer vergonzosa que esperaba cuando dejó Woollett, y Strether se va al extremo opuesto en su evaluación de ella. Esta hermosa mujer mitad inglesa mitad francesa, casada con un conde pero que no vive con él, representa para Strether un mundo de refinamiento y cultura, y él atribuye a su influencia todos los cambios valiosos que ha encontrado en Chad. Madame de Vionnet, sin embargo, tiene otro lado de su carácter: es una mujer enamorada de un hombre más joven, y su encantador desapego se disuelve en un intento por mantener a Chad a su lado. Aún así, muestra un coraje admirable en sus tratos con Strether y los Pococks. El mismo Strether se enamora de ella, e incluso su descubrimiento de que ella y Chad son amantes no puede cambiar su opinión sobre ella.
