Macbeth: Resumen y Análisis Acto V Escena 8



Resumen y Análisis Acto V: Escena 8

Resumen

En otra parte del campo de batalla, Macbeth y Macduff finalmente se encuentran cara a cara. Se intercambian palabras y golpes de espada, y Macbeth, el sanguinario y tiránico usurpador del trono de Escocia, encuentra su final predestinado.

Análisis

Mientras Macbeth reflexiona sobre si el suicidio en este punto sería su mejor opción, el vengador Macduff interviene con el audaz desafío: «Date la vuelta, perro del infierno, da la vuelta». La elección de Macduff del epíteto «Sabueso del infierno», recordando su descripción anterior de Macbeth como un «Cometa del infierno» (Acto IV, Escena 3), confirma la verdadera naturaleza del rey tirano. Pero en una floritura retórica igualmente atrevida, Macbeth advierte a Macduff que es invulnerable, tan «intrincado» (irrompible) como el aire mismo. Aquí, imagina erróneamente que las palabras de los espectros son un hechizo protector que puede evitar que sufra daños físicos.

Macduff tiene la opinión opuesta. Las palabras solas, ya sean las de una profecía fantasmal o las del propio Macbeth, no son nada comparadas con su propia palabra.algo menos Ira: La verdadera voz de la venganza está en la acción, no en el lenguaje. Además, Macbeth debería considerar las circunstancias del nacimiento de Macduff. Macduff le revela ahora a Macbeth que entró en el mundo siendo «arrancado prematuramente» del vientre de su madre: no fue, por lo tanto, en el sentido estricto, «nacido» de una mujer. Con la breve pero contundente frase «Desesperado por tu encanto», Macbeth debe saber que su lucha por la supervivencia ha terminado. La penúltima profecía se hizo realidad.

A lo largo de la obra, Macbeth se preguntó sobre la veracidad de las palabras de las Brujas: en el Acto I, Escena 3, las llamó «hablantes imperfectas» porque no le dijeron todo lo que quería saber; ahora se da cuenta de que le hablaron de su propia imperfección. En la misma escena, admitió que su profecía sobrenatural «No puede ser enfermiza, no puede ser buena»; ahora sabe cuál era cuál. En el Acto IV, Escena 1, su opinión era que los hombres estaban «malditos … que confían en ellos»; ahora está condenado por sus propias palabras. Y en el Acto V, Escena 5, Macbeth habla de su duda sobre las predicciones del «Demonio / que miente como la verdad». Ahora ya no tiene esa duda: «No creas más en estos demonios malabares / Que palidecen con nosotros en un doble sentido».

Ahora es el turno de Macduff de burlarse de Macbeth: lo llama «cobarde» y promete mostrarlo públicamente – «cebado con la maldición de la gentuza» con un cartel pintado con las palabras «Aquí puedes ver al tirano».

Glosario

curioso (9) sin cortar

el Angel . . . servido (14) es decir, el Diablo

vaca (18) me hizo temblar

malabares con demonios (19) engañar a los demonios (o Parcas)

pálido (20) jugar con



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