Macbeth: Malcom | Análisis de personajes



Análisis del personaje de Malcolm

Con su hermano Donalbain, Malcolm rápidamente se da cuenta del peligro de permanecer en Escocia y huye del país (Acto II, Escena 3). Para cuando reaparece, en el Acto IV, Escena 3, se ha ganado el apoyo de Eduardo el Confesor (Rey de Inglaterra), ha movilizado tropas al mando de Northumberland y Siward y (tomando prestada una frase de Rey Lear) es «cada centímetro un rey».

Si Macduff es el Vengador estereotípico, Malcolm es la encarnación de todo lo bueno de la realeza, y esto se ve particularmente en el Acto IV, Escena 3, en la que pone a prueba la lealtad de Macduff. Su prueba de Macduff, aunque dramáticamente prolija, es psicológicamente precisa. Al pretender ser lo que no es, espera obtener una confesión de su lealtad por parte de Macduff. Este rasgo de su carácter, desempeñar un papel en el fortalecimiento de la perspectiva del bien, contrasta fuertemente con Macbeth, quien desempeña un papel en la promoción de su propio mal. En la escena final de la obra, se presenta a Malcolm como el futuro rey. Su uso de la frase «por la gracia de la gracia» indica la importancia que otorga al servicio del bien y recuerda al público su descendencia directa de quien gobernó por derecho divino, en oposición a Macbeth, quien usurpó el trono. Al igual que su padre Duncan, Malcolm es el representante de la orden.



Deja un comentario