Los símbolos, alegorías y motivos del ibis escarlata

El ibis escarlata moribundo que la familia encuentra en la sección final de la historia es un símbolo claro de Doodle. Al igual que Doodle, la fuerza del ibis ha disminuido y, aunque ha luchado contra una terrible tormenta, simplemente no puede aguantar más, solo y débil. El narrador no se da cuenta de lo parecidos que son Doodle y el ibis hasta que sostiene el cuerpo de Doodle en sus brazos al final, notando el rojo de la sangre de Doodle y la delgadez de sus miembros. La historia se desarrolla hasta la aparición de este poderoso símbolo en el clímax.

La naturaleza es un motivo recurrente a lo largo de esta historia. La belleza del mundo natural realza a Doodle y la vida del narrador. Hay descripciones recurrentes de lugares como Old Woman Swamp, Horsehead Landing y la propia casa familiar, antes y después de los eventos de la historia. Doodle está cautivado por la belleza de las flores silvestres en el pantano la primera vez que lo visita. Este motivo recurrente de la naturaleza conecta a Doodle con el ibis y con el mundo natural mismo, y acentúa la belleza de su vida, aunque es muy diferente de la vida de la mayoría de los niños de su edad.

El color rojo es un motivo poderoso a lo largo de este texto. El título en sí es «El ibis escarlata», y el escarlata es un tono de rojo. El ibis se posa en el árbol sangrante, lo que también recuerda a los lectores el color rojo. Cuando Doodle muere, su sangre mancha su piel y su camisa de rojo. Aparte de estas referencias obvias, el narrador también describe el cuerpo de Doodle como rojo cuando es un bebé: «un cuerpo diminuto que estaba rojo y arrugado» (Parte I). En esta historia, el color rojo simboliza la muerte; sin embargo, también simboliza la belleza, a través del hermoso ibis, su árbol y la naturaleza. Esto puede parecer paradójico, pero es una representación adecuada del revoltijo de contradicciones que componen la vida de Doodle.

Hay una razón por la que Doodle es tan reacio a extender la mano y tocar el ataúd que le construyeron cuando era un bebé, cuando su hermano lo lleva al granero y trata de obligarlo a hacerlo. El ataúd es un símbolo de la muerte que Doodle evadió, y teme que si se conecta físicamente con él, está invitando a la muerte a regresar a su vida. El ataúd representa lo que fue supuesto que le sucediera a Doodle, pero que, por algún extraño truco del destino, no sucedió.

La piedra de afilar es un símbolo mucho más sutil. Al principio, el narrador les dice a los lectores que la piedra de afilar ha tomado el lugar del árbol sangrante, que era donde estaba posado el ibis escarlata, que simboliza a Doodle. De esta manera, la piedra de afilar sirve como un sustituto del propio Doodle, ahora que no forma parte de la vida del narrador. El narrador describe la piedra de afilar como puliendo el pasado y devolviéndolo a la época de todos sus recuerdos con Doodle. Es un símbolo del pasado y el medio por el cual el narrador recupera sus recuerdos.

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