Resumen y Análisis Libro IX
Resumen
Sócrates expone tres argumentos para demostrar que un hombre justo vive una vida más feliz y mejor que un hombre injusto.
Sócrates toma al tirano como su primer ejemplo. Puede parecer a un pensador inmaduro, oa un niño, que el tirano, ejerciendo como lo hace el despotismo, es ciertamente un hombre feliz; después de todo, por supuesto, el tirano puede vivir rodeado de pompa y ceremonia y todo lo que la riqueza puede comprar. Todos sus súbditos puede tratarlos como objetos; puede matar a voluntad a cualquier ciudadano de su estado. Pero debemos recordar que el tirano mismo es tan esclavo de su propio amo loco, su lujuria, como sus súbditos son esclavizados por su tiranÃa. Las mejores partes del alma del tirano son gobernadas, tiránicamente, por la peor parte de su alma, y ​​nunca podrá escapar de la oscura prisión de sus dÃas. El tirano, que nunca tiene el control de sà mismo, es miserable.
A diferencia del tirano, los justos son libres; no está esclavizado a nada, pues nada en sus deseos o emociones puede cautivarlo; como toda su vida está gobernada por su razón, vive una vida autocontrolada, feliz en su conocimiento y feliz de conocerlo.
Al abrir su segundo argumento, Sócrates repite su argumento de que el alma se divide en tres partes: la razón, la parte ingeniosa y el deseo. Por lo tanto, debemos recordar que hay tres tipos básicos de hombres: el hombre de razón que busca el conocimiento; el hombre «enérgico» que busca el honor y el éxito; y el hombre de deseo que busca ganancia (riqueza) y satisfacción. Acordaos que el hombre de razón tiene conocimiento de las Formas, por tanto, de Justicia. Asà es que el primer hombre es el justo; el segundo, el hombre timocrático; y el tercero es una especie de mezcla de hombre oligárquico, democrático y tiránico. Si le preguntáramos a cada uno de estos hombres si se considera el más feliz de los tres, probablemente cada uno dirÃa que sÃ. Este Está perfectamente posible que todo hombre haya podido experimentar la felicidad, pero sólo el hombre de razón pudo haber experimentado la felicidad del conocimiento porque solo de los tres me pertenece, además de poseer la felicidad de los otros dos hombres. Asà es que el hombre de justicia tiene razón en juzgarse a sà mismo como el más feliz. Y es evidente que el hombre de razón es el más apto para juzgar, porque sólo él de los tres conoce la justicia.
El tercer argumento de Sócrates se prueba haciendo una distinción entre puro (positivo) placer y ilusorio placer (un tipo de placer que depende de un antecedente «dolor»). Tal placer ilusorio puede ser comer (porque tenemos hambre), beber o, presumiblemente, cualquier tipo de placer sensual. Pero puro el placer, como el estudio del conocimiento, es un reflejo de los placeres del alma independientes del cuerpo, como los placeres estéticos o la contemplación de las Formas. Y debemos recordar que los placeres ilusorios son meramente imágenes; El conocimiento y su estudio son real. Asà es que el hombre justo, seguro en su conocimiento, es el más feliz de los hombres.
En este punto del diálogo, Sócrates resume su argumento a favor del hombre justo y responde a los demás participantes en el debate que argumentaron que el hombre injusto llevarÃa la mejor vida mientras pudiera mantener intacta su reputación, engañando asà a su queridos ciudadanos.
Ahora podemos contemplar al hombre injusto, que arruinó su propia vida al negar su razón y comer para satisfacer sus apetitos bestiales. Nada puede beneficiarse de los daños que se ha infligido a sà mismo y a los demás. Un hombre debe aprender a gobernarse a sà mismo mediante el ejercicio de la razón, para no vivir una vida de miseria. Y si no puede guiarse por su propia razón, debe, como los artesanos del Estado Ideal, aprender a guiarse por la inteligencia y la razón de los demás, los filósofos-gobernantes, que le otorgarán justicia y le darán una vida feliz. . y fecunda existencia.
Análisis
AsÃ, hemos recorrido el argumento principal de nuestro diálogo. SerÃa prudente, en este punto, revisar todo el diálogo hasta el momento, refrescando nuestra memoria del material discutido y de las principales tesis presentadas y las refutaciones intentadas por los participantes. También debemos en este punto revisar el método socrático empleado a lo largo del diálogo, las diversas estratagemas retóricas que emplean los hablantes y los sistemas de lógica que adoptan en su búsqueda de conocimiento.
Primero, a lo largo de todo el diálogo, Sócrates empleó el argumento de analogÃaun recurso retórico que busca establecer similitudes entre el punto del caso en discusión y me gusta casos (por ejemplo, las similitudes entre el conocimiento de un perro ordinario y un Guardián en su habilidad compartida para distinguir a un amigo de un enemigo potencial). En el resumen (inmediatamente anterior) demostramos el argumento de Sócrates de ejemplos de tipos injustos de hombres. Y asà Sócrates argumenta el hombre justo contra el hombre injusto argumentando comparaciones y contrastes. Sócrates, recordemos, comenzó todos los movimientos principales de su argumento argumentando cuestiones de sentidoen que casos busca Definiciones. (UNA diccionario definición, también conocida como léxico definición generalmente no será suficiente en el debate filosófico, que requiere una extendidoo retóricodefinición.) En cada caso del argumento de Sócrates, ejemplos especÃficos de lo que se puede demostrar que es demostrablemente cierto: evidencia empÃrica – él está discutiendo temas de hecho de que. En el Libro X de nuestro diálogo, Sócrates argumentará teorÃao conjetura — preguntas de probabilidad.
Ahora estamos listos para el Libro X del presente diálogo, que presenta la visión de Platón sobre las artes y la teorÃa de Platón sobre la inmortalidad del alma.
Glosario
plantilla un ladrón que viajaba a pie, robando a los viajeros; un ladrón podrÃa ser el equivalente moderno.
inanición falta de fuerza o espÃritu; vacÃo; debilidad.
Quimera un monstruo mÃtico, generalmente descrito con cabeza de león, cuerpo de cabra y cola de serpiente.
Escila otro monstruo, esta vez la personificación femenina de una roca, peligrosa para los barcos, en el lado italiano del Estrecho de Messina, frente al remolino Caribdis (que fue personificado como el monstruo compañero de Escila).
cerbero un mÃtico perro de tres cabezas que guarda la puerta del Hades.
mÃsero una persona mala, mala o cobarde; un desgraciado
«Por el perro de Egipto» un juramento suave; el «perro de Egipto» es Anubis, un dios egipcio representado con la cabeza de un perro que lleva a los muertos a juicio. Sócrates probablemente «jura» por este dios bárbaro expresar énfasis sin ser sacrÃlego, como lo serÃa si invocara el nombre de un dios de los helenos.