Análisis del personaje de Tim O’Brien
O’Brien es el personaje más complejo de la novela, especialmente porque lo vemos en tres etapas diferentes de desarrollo. O’Brien, el escritor/narrador, «O’Brien» el soldado, y Timmy O’Brien el joven tienen diferentes pensamientos y comprensiones emocionales, cada uno de los cuales está en tensión con los demás. Parte del objetivo de O’Brien como escritor/narrador es enfatizar estas tensiones. Por ejemplo, cada uno de estos personajes maneja el concepto de muerte de manera diferente. Timmy aprendió pronto a aceptar la muerte; el soldado «O’Brien» trata de recuperar esa lección sobre cómo lidiar con la muerte en la guerra; O’Brien, el escritor, conecta estos dos enfoques, enfatizando la importancia de la memoria para la comprensión final de la muerte. Este tipo de conexión y comprensión de la muerte y la pérdida proviene del conflicto que siente O’Brien cuando trata de reconciliar estas diferentes fases de su vida. El conflicto entre los tres «O’Brien» diferentes se manifiesta como dolor y culpa, dos cualidades que, paradójicamente, motivan a O’Brien a buscar el bienestar y, al mismo tiempo, crean para él un rico reservorio para su narrativa.
Es importante recordar que O’Brien escribe una autobiografía de guerra personal. Reflexiona y cuestiona constantemente las elecciones que ha hecho e invita a su lector a hacer lo mismo. Por ejemplo, O’Brien se burla de sí mismo como un cobarde y luego se dirige directamente a sus lectores, preguntándoles qué harían ellos en su situación. La audiencia entonces se convierte en parte de la novela; en otras palabras, O’Brien lleva a sus lectores a un diálogo íntimo y muy personal con él. Sin embargo, un lector atento examinará la credibilidad de O’Brien y cuestionará su confiabilidad como narrador. O’Brien puede no ser el cobarde que dice, porque hace que los lectores crean que tienen una perspectiva más completa y menos sesgada de O’Brien que él. El lector, por ejemplo, puede comparar la supuesta cobardía de O’Brien con su deber. O’Brien ofrece a sus lectores una mirada única a «O’Brien» para obtener más información sobre los sentimientos internos de «O’Brien» de lo que normalmente se representa en una obra de ficción. El lector aprende la historia del personaje y, por tanto, desarrolla una especie de retrospectiva en la interpretación de las acciones de «O’Brien».
La cualidad que mejor describe a O’Brien es su capacidad para la introspección y el pensamiento reflexivo, lo que conduce directamente al uso de la memoria en la novela. De suma importancia para O’Brien, el escritor, es su necesidad de recordar personas y eventos del pasado, para incorporar lecciones aprendidas (o no aprendidas) en su vida presente. Una forma de entender cómo O’Brien se convierte en escritor es que escribir es una forma de manifestar el pasado: escribir es memoria.
La preocupación de «O’Brien» por la memoria y la rememoración se debe en parte a su incapacidad para reajustarse a la vida civil y olvidar su experiencia en Vietnam. Aunque O’Brien intenta argumentar que su transición fuera de la guerra fue fácil, tiene síntomas de trastorno de estrés postraumático, que incluyen depresión relacionada con la guerra, aislamiento, culpa de supervivencia, reacciones de ansiedad y pesadillas. Escribir es, en parte, un intento de aquietar estas cosas. En lugar de olvidar su pasado, O’Brien confronta y vuelve a confrontar los diversos traumas de su vida para resolver algunos de los elementos del caos que todavía siente treinta años después. No busca un fin, sino una resolución, y no a través de la negación, sino a través de la memoria.
Un individuo profundamente afectado y sensible, el personaje «O’Brien» pasa la novela en busca de un hogar emocional, un sentimiento que tuvo cuando era un joven enamorado y que nunca volverá a encontrar. O’Brien lamenta la pérdida de la inocencia que sintió cuando era niño en el Medio Oeste y siente una sensación de traición por parte de la comunidad cuyas creencias preciadas, equivocadas y desinformadas lo enviaron a la guerra.