Resumen y análisis La literatura sapiencial: descripción general
El Libro de Jeremías hace referencia a tres grupos distintos de personas: sacerdotes, profetas y sabios. De estos tres, los profetas son responsables de la mayoría de los escritos del Antiguo Testamento. Produjeron no solo los libros que llevan sus nombres, sino también los escritos históricos que incluyen un registro de las leyes y requisitos específicos relacionados con el trabajo de los sacerdotes. Tres libros del Antiguo Testamento representan la obra de los maestros de Israel, los sabios o los llamados sabios: Job, Eclesiastés y Proverbios. A diferencia de los escritos proféticos, los escritores de estos tres libros no comienzan sus comentarios con un «así dice el Señor», sino que apelan a la razón y al sentido común para respaldar lo que dicen. Sus escritos se caracterizan por un atractivo amplio y universal que evita el espíritu nacionalista que prevalece en muchos de los escritos proféticos. Debido a que los sabios abordan los problemas que surgen en la vida cotidiana, sus consejos y consejos son aplicables tanto a los no judíos como al pueblo de Israel. Le hablan más a los individuos que a la nación, y consideran problemas que no tienen nada que ver con la raza o la nacionalidad. Si se puede decir que la religión del Antiguo Testamento alcanzó sus mayores alturas en las enseñanzas de los profetas, entonces en la obra de los sabios alcanzó su mayor amplitud.