Laura, la chica con la que Malcolm salió brevemente en Boston, era una chica «Hill» respetable, educada y estudiosa. Malcolm se sintió atraído por ella principalmente porque no era tan snob como los otros negros de clase media en el vecindario de Ella. Era callada, tímida y sensible, pero le encantaba bailar. Y Malcolm señala que en su baile, parecía emerger su verdadera personalidad. Después de su rechazo por parte de Malcolm, terminó convirtiéndose en drogadicta, prostituta y, en última instancia, lesbiana. Malcolm acepta la culpa de todo; él siente que ella ha sido víctima de su salvaje intento de escapar de la camisa de fuerza de la respetabilidad. Ella representa el último coqueteo de Malcolm con la respetabilidad antes de sumergirse en una carrera criminal.
