Junio ​​de 1940 “Château” por “Has sido llamado”



Resumen y Análisis TERCERA PARTE: Junio ​​1940 “Château” por “Fuiste llamado”

Resumen

Dos días después de dejar París, Marie-Laure y su padre llegan a la ciudad de Evreux. Deben conocer a François Giannot, un amigo del director del museo que se llevará el diamante Sea of ​​Flames. Sin embargo, cuando llegan, descubren que Giannot ha huido a Londres. Entran en un granero y pasan la noche allí. Al día siguiente, viajan a Saint-Malo, donde vive Etienne. Son recibidos por su ama de llaves, Madame Manec, quien les da la bienvenida.

Werner realiza un examen de ingreso a las escuelas nazis, que implica ocho días de rigurosos exámenes físicos y académicos. El último día, los niños se ven obligados a saltar desde una plataforma alta a una bandera que sostienen los otros niños. Después de ver a otros niños lastimarse, Werner da el salto perfecto y grita: «Heil Hitler». Lo aceptan en una escuela nazi en Schulpforta y todos sus vecinos lo felicitan por cumplir con su deber para con su país. Solo Jutta está enojada y no habla con él.

Análisis

El Instituto Nacional de Educación Política (el nombre formal del sistema escolar nazi al que ingresa Werner) es conocido por su brutalidad. Se espera que los chicos sacrifiquen todo lo humano que hay en ellos mismos, comprometiéndose por completo con Hitler y la Alemania nazi. El examen médico de Werner, que consiste en inspeccionar el cabello y el color de los ojos y medir varias partes del cuerpo, ejemplifica la creencia de los nazis en la superioridad biológica de la raza aria.

La experiencia de Werner en el examen de ingreso presagia cómo será su paso por Schulpforta. Se siente abrumado y temeroso, intranquilo al ver que el sistema nazi abusa de otros. Pero también está desesperado por tener éxito y escapar de las minas de carbón a las que todos dicen que está destinado. Al gritar «Heil Hitler» después de dar el peligroso salto, Werner demuestra que está dispuesto a transformarse en lo que los nazis quieran que sea para tener éxito.

En contraste con la soledad de Werner y su creencia de que debe luchar por su propio futuro, Marie-Laure está bien cuidada. Su padre la carga cuando está cansada y trata de animarla fingiendo que el granero en el que duermen es un hotel. Cuando llegan a la casa de Etienne, Madame Manec la mima con comida. Sin embargo, el tono sigue siendo siniestro, creando la sensación de que tu buena fortuna no puede durar para siempre.



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