Resumen y Análisis: Introducción a los Hijos de Adán
Un conjunto de quince poemas en la versión de 1860 de Hojas de hierva tenía el derecho Enfans d’Adam. En 1867 estos poemas, después de algunas modificaciones, fueron renombrados hijos de adán. En la edición de 1892, el grupo consta de dieciséis poemas.
Los grandes temas de hijos de adán son la procreación y el amor físico entre el hombre y la mujer. Los temas son tratados a través de imágenes ricas en tradición cristiana. Whitman utiliza muchos conceptos cristianos a su manera única para expresar sus preceptos individuales para la humanidad.
Fundamental para la creencia cristiana es la historia de la Caída del Hombre, interpretada literal o simbólicamente. Adán y Eva, víctimas de la tentación de Satanás, desobedecieron el mandato divino y comieron del fruto prohibido del conocimiento. Este acto de desobediencia resultó en el Pecado Original, la herencia de la humanidad. El hombre es, por tanto, un pecador nato, y su única esperanza de salvación está en la gracia de Dios, obtenida a través de Jesucristo.
Whitman invierte este principio cristiano tradicional. Afirma que no es Adán, sino los hijos de Adán quienes en realidad perdieron el Jardín del Edén. Los hijos de Adán pueden recuperar este paraíso perdido no negando la carne, que era una creencia puritana, sino aceptándola. El hombre renacerá entonces por esta glorificación de su cuerpo, pues el cuerpo humano es tan sagrado como el espíritu. Así, el hombre no nace bajo como consecuencia del Pecado Original. Debería estar orgulloso de su herencia y del «Adámico» que hay en él.
El tema de la procreación en estos poemas fue revolucionario en el momento de su primera publicación. Whitman piensa que la procreación es un acto creativo, un acto de regeneración espiritual. El hombre encuentra satisfacción en el sexo y por lo tanto debe regocijarse en él, porque sólo a través del amor físico puede el hombre tomar su lugar en el ciclo de la vida. Y es solo a través de la regeneración espiritual que el hombre puede completar su búsqueda, y la experiencia sexual plena y desinhibida se considera el primer paso hacia la regeneración espiritual.