Análisis del personaje de Hetty Hutter
La muerte de Hetty es un momento melodramático al final del libro, que le da más conmoción y tragedia a la hermana de Judith, que ha sufrido tanto en su vida. Hetty, que está tímidamente enamorada y realmente sin saberlo por la prisa de Harry, se da cuenta de que no posee los poderes intelectuales humanos normales. Sin embargo, Hetty no es idiota, ni es retrasada mental hasta el punto de ser inútil. Hetty tiene una capacidad limitada para seguir argumentos detallados y complicados, pero puede y demuestra ser diligente y eficiente en muchas tareas. Se la retrata muy vívidamente como la antítesis de su hermana, Judith, y los contrastes entre las dos chicas son evidentes, desde el encuentro de Deerslayer con ellas al comienzo del libro hasta la escena de la muerte de Hetty después de la batalla.
Cooper ilustra muy claramente sus ideas morales, religiosas y filosóficas en la imagen que dibuja de Hetty. Ella confía completamente en la Biblia para su conducta e ideas. La incapacidad de Hetty para participar en cualquier discusión compleja la convierte en una creyente literal de las enseñanzas bíblicas. Ella lee e interpreta el Evangelio sin dudar y pide a blancos e indios por igual que acepten su fe fuerte e inquebrantable. Cooper, a través del personaje de Hetty, plantea algunas de sus preguntas más serias sobre la experiencia americana: ¿Se pueden aplicar las enseñanzas del cristianismo a las relaciones entre los pioneros y los indios? ¿Cómo se justifica la explotación de los indígenas a la luz de la moral cristiana?
Hetty, que representa la sencillez, la honestidad y la inocencia, es siempre la voz de la moralidad que se pronuncia contra la violencia y el derramamiento de sangre. Ella critica no solo a los indios sino también a sus compañeros blancos en el arca por confiar en el poder en lugar de las palabras de la Biblia. Deerslayer no está exento de las acusaciones de Hetty, quien intenta en varias ocasiones explicarle la necesidad de practicidad en los peligrosos encuentros fronterizos. Hetty, dependiendo de la verdad del Evangelio, se salva de la muerte por el respeto de los indios por sus limitaciones mentales, no por ninguna influencia del cristianismo sobre ellos. La muerte accidental de Hetty demuestra que su inocencia y credulidad fracasan en un mundo dedicado a la acción y al enfrentamiento violento, aunque se destaca como símbolo de bondad y conducta ejemplar para todos los que la conocieron.