henry cameron



Análisis del personaje de Henry Cameron

Cameron es más que el empleador y profesor de arquitectura de Roark. Como mentor, es lo más parecido a un padre que tiene Roark. Cameron es un pensador brillante e innovador. Como ejemplo ficticio de un diseñador moderno que se encuentra entre los primeros en construir rascacielos, es similar al arquitecto estadounidense de la vida real Louis Sullivan (1856-1924). Cameron representa a los grandes innovadores rechazados por la sociedad. Su genio es repudiado y muere como un fracaso comercial. Su lucha contra una sociedad cerrada a sus ideas revolucionarias es representativa de muchos grandes librepensadores de la historia. Sócrates, Galileo, Darwin, los hermanos Wright y tantos otros fueron rechazados, incluso perseguidos, por la audacia de las nuevas verdades que presentaban, y lo mismo ocurre con Cameron. Roark venera a Cameron por el genio del hombre mayor, su pensamiento independiente y su cruzada de toda la vida por la arquitectura moderna a pesar del precio que debe pagar.

Además, Cameron, aunque amargado, es una figura profundamente benévola en la vida de Roark. Después de tres años de rechazo por parte de los profesores y administradores del Instituto Stanton, Roark conoce a un hombre que, con una mirada a sus dibujos, lo reconoce como un genio en ascenso. Cameron, el gruñón gruñón, toma a Roark a su cargo y se dedica a nutrir el precioso talento que se le ha confiado. Incluso en su lecho de muerte, Cameron continúa asesorando a su protegido, instruyéndolo para que observe de cerca los últimos desarrollos en las industrias de metales ligeros y plásticos, instándolo a descubrir las nuevas formas de construcción que son posibles gracias a los avances tecnológicos. A pesar de un fracaso comercial, Cameron es más que un éxito moral y artístico. A través del triunfo de su hijo adoptivo (simbólicamente), Roark, ayuda a asegurar la victoria final de sus principios arquitectónicos.



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