Análisis del personaje de Harry Bailey el anfitrión
El Anfitrión demuestra ser un muy buen guía turístico, puesto muy difícil de desempeñar ya que tiene que complacer a una variedad tan amplia de peregrinos. Demuestra ser capaz de manejar la mayoría de los argumentos y mantenerlos en línea. Incluso cuando el cocinero se emborracha y se cae del caballo, el anfitrión puede llevarlo de vuelta a un lugar seguro.
El Host también alivia las diferencias, como las discusiones entre Miller y Reeve o entre el Fraile y el Summoner. Bromea con el párroco sobre ser demasiado mojigato. Es tolerante con la Esposa de Bath en su largo y, para algunos peregrinos, ofensivo prólogo. Cuando se acaba el tiempo, empuja suavemente a los narradores para que continúen con sus narraciones. Incluso acepta bromas con facilidad. En general, es un buen líder, un buen árbitro de argumentos, un pacificador y un hombre de mundo que sabe cómo tratar a un número diverso de personas.