Hamlet: Ofelia | Análisis de personajes



Análisis del personaje de Ofelia

Ofelia es un papel difícil de interpretar porque su personaje, como el de Gertrude, es oscuro. Parte de la dificultad es que Shakespeare escribió sus papeles femeninos para hombres, y siempre hubo limitaciones que restringieron y definieron caracterizaciones elaboradas. En el caso de una ingenua como Ofelia, una mujer muy joven y encantadora, Shakespeare estaría escribiendo para un niño. La medida en que un niño podía comprender los matices sutiles puede haber impedido que el dramaturgo desarrollara el personaje de manera más completa.

Sabemos que Ofelia se debate entre dos polos contradictorios. Su padre y su hermano creen que Hamlet la usaría, que le quitaría la virginidad y la desecharía porque nunca podría ser su esposa. Su corazón la convenció de que Hamlet la amaba, aunque él jura que nunca lo hizo. Para su padre y su hermano, Ofelia es la virgen eterna, el vaso de la moral cuyo propósito es ser una esposa obediente y una madre inquebrantable. Para Hamlet, ella es un objeto sexual, una amante corrupta y engañosa. Sin una madre que la guíe, no tiene forma de descifrar las expectativas contradictorias.

Al igual que Hamlet, rige en Ofelia el precepto medieval de que la palabra del padre es incuestionable. Pero su sentido renacentista del amor romántico también la gobierna. ¿Cómo puede ser obediente a su padre y fiel a su amor? Cuando le miente a Hamlet y le dice que Polonio está en casa mientras él se esconde en su habitación espiando, Ofelia demuestra que no puede vivir en ambos mundos. Ella eligió uno, y su elección sella su destino.

El dilema también la vuelve loca. No tiene forma de reconciliar los yoes contradictorios que sus hombres exigen que sea y aun así mantener el equilibrio. La desesperación de Ophelia literalmente la vuelve loca y no tiene forma de curarse.



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