Análisis de personajes de Franz Kemerich
Aunque Kemmerich aparece en solo dos capítulos del libro, su experiencia de guerra le da su primera impresión fuerte de mala suerte, sufrimiento y pérdida. Cuando Paul y sus amigos lo visitan, se dan cuenta de la verdadera verdad sobre la guerra; está acostado en la cama 26, sin poder sentir la amputación del pie. Durante la última visita de una hora de Paul a su amigo, Kemmerich, que no está dispuesto a aceptar falsas esperanzas, teme morir pronto. Del tamaño de un niño y con los ojos llorosos en respuesta a la muerte en un lugar tan improvisado, exhala en jadeos irregulares, dejando lágrimas sin secar en sus mejillas. Para Paul y sus amigos, Franz es la primera advertencia cara a cara de los tiempos difíciles que se avecinan.
De permiso, Paul mantiene su lealtad a Franz enfrentándose a la madre del niño. Habiendo sido testigo de su humillante muestra de afecto maternal cuando Franz se fue al frente, Paul sabe que no aceptará la muerte de su hijo con gracia. Para ahorrarle más dolor, inventa un escenario en el que Franz muere instantáneamente. La mentira, profética de la muerte de Paul, simboliza una salida digna que cualquier soldado preferiría a la muerte irregular y agonizante de Haie, Tjaden, Kat, Berger, Gérard Duval, Johann Lewandowski y otros mutilados.