El análisis del personaje del perro mecánico
Una reencarnación de las furias vengativas de la mitología griega y el epítome de la ciencia moderna pervertida, Clockwork Dog es un astuto asesino electrónico formado por cables de cobre y baterías de almacenamiento y que apesta a electricidad azul. Es una amenaza omnipresente capaz de almacenar «tantos aminoácidos, tanto azufre, tanta grasa de mantequilla y alcalina» que puede rastrear implacablemente el índice de olor de diez mil víctimas hasta su destrucción. De su hocico sobresale una «aguja de acero hueca de diez centímetros» que puede inyectar suficiente morfina o procaína para asfixiar a un ratón, gato o pollo en tres segundos. Olfateando a su presa con «vellos sensibles en sus fosas nasales cepillados con nailon», el sabueso gruñe y luego corre silenciosamente hacia la presa con ocho patas de goma acolchadas. Observando a través de la «luz de neón verde-azul» de sus ojos multifacéticos, el Sabueso está previsto por un comando central para un despliegue rápido y una precisión casi perfecta.
El Perro representa el control gubernamental y la manipulación de la tecnología. Originalmente, los perros servían como rescatadores de los bomberos. Se les dio la tarea de olfatear a los heridos o débiles. Sin embargo, en esta distopía, el Perro se ha convertido en un perro guardián de la sociedad. Al igual que las Furias, Clockwork Hound fue programado (por el gobierno) para vengar y castigar a los ciudadanos que violan las reglas de la sociedad. Aquellos que no son leales a las reglas deben ser castigados especialmente, y el Sabueso sirve como ejecutor de esas reglas.