Eugenio de Rastignac



Análisis del personaje de Eugène De Rastignac

Es el único personaje que es una figura principal a lo largo de todo el libro y sufre un cambio psicológico. También es quien une los elementos dispares de la obra.

Al principio, se muestra como un joven estudiante recién llegado de provincias, lleno de sueños, dispuesto a trabajar duro para convertirse en un abogado exitoso. De familia aristocrática, tiene algunos parientes influyentes en París, y pronto se da cuenta de que con su ayuda entrará en uno de los círculos más restringidos y brillantes de París. Fascinado por este lujo, esta vida de placer, quiere ser parte de ella. Pero unirse a un club requiere seguir las reglas, y Eugene descubre que para convertirse en miembro, tendrá que dejar atrás parte de su moral. Tendrá que engañar, mentir, adormecer su sensibilidad. También se da cuenta de que el instrumento importante del éxito es el dinero, el dios todopoderoso.

Primero intenta comprometerse. ¿Por qué no combinar trabajo duro y placer? Pero Vautrin está a su lado para susurrar que el trabajo duro lo llevará a una vida de mediocridad burguesa y que mientras tanto necesitará dinero.

Eugène es derrotado, y aunque lucha consigo mismo y siente remordimientos, explotará a su madre y a sus hermanas, se olvidará de sus estudios, y cuando se le acabe el dinero se encontrará perdido, tan perdido que escuchará la trama criminal de Vautrin.

Poco a poco, hace más y más concesiones. Acepta su relación ilícita con Delphine, el dinero de Goriot, el regalo de su amante. Y al final del gancho, definitivamente se ha unido al club y cumplirá con éxito sus reglas.

A pesar de todo esto, Eugène sigue siendo un personaje simpático por su franqueza, su ingenuidad infantil y su amor y devoción por el Viejo Goriot.



Deja un comentario